Se trata de dos licitaciones abiertas este año para la construcción de dos plantas, una en la zona norte y otra en la zona sur de la ciudad, con una capacidad prevista de tratar 1000 toneladas por día de residuos cada una. Las plantas MBT están concebidas para operar con residuos mezclados, sin separación en origen.

“Esto contradice el contenido de la Ley 1854 que prevé masificar la separación de residuos en la ciudad como parte de la estrategia de gestión integral de residuos”, afirman. La Ley 1854, más conocida como “Basura Cero”, apunta a reducir gradualmente los residuos enviados a los rellenos del CEAMSE. A la fecha se debería haber reducido la cantidad de residuos enterrados en más de un 50% de acuerdo a la línea base establecida por la ley 1854 y su decreto reglamentario 639/07. Sin embargo las organizaciones sostienen que la ciudad a la fecha apenas logró una reducción de un 15%.

“Son necesarias acciones más decididas que jerarquicen la separación en origen, no sólo de la fracción reciclable, sino también de los residuos orgánicos”, señalan. La mitad de los residuos de la ciudad son orgánicos, que en su totalidad se podrían recuperar a través de procesos de compostaje o biodigestión. 

“Es imprescindible separar los residuos en origen para poder obtener un producto final de calidad. Una vez que los residuos orgánicos se mezclan con otros residuos, aunque se utilicen tecnologías sofisticadas de separación mecánica se obtiene un producto de baja calidad, con una importante presencia de contaminantes, lo cual impide su uso como abono.”, completan, agregando que hoy los residuos orgánicos están mezclados dentro de la fracción húmeda con una variedad de residuos distintos, lo que impide su correcto aprovechamiento.

Además indicaron que si no hay separación en origen la recuperación de materiales reciclables en este tipo de plantas es muy baja. “En general se recupera bastante menos de un 10% de los residuos que ingresan y además los materiales pierden calidad y baja su valor”, argumentaron las organizaciones.

También se mostraron preocupadas porque de la única oferta presentada para la Planta Norte y una de las dos para la Planta Sur, incluyan la opción de producir combustible derivado de los residuos para su quema posterior en cementeras. La incineración está prohibida por el Artículo 7 de la Ley 1854, debido a sus impactos sociales y ambientales negativos: “Los incineradores destruyen recursos que deberían ser recuperados, agravan el problema del cambio climático, tienen costos elevados, no contribuyen a la generación de empleo y tienen importantes impactos ambientales y para la salud”, indicaron.

Finalmente las organizaciones urgen al Gobierno de la Ciudad a abandonar el propósito de instalar este tipo de plantas y en cambio abogan por que se fortalezca la separación en origen, “la única manera de alcanzar los objetivos de la Ley Basura Cero”.

La Coalición Ciudadana Anti-inicineración es una red de más de 30 organizaciones de Argentina presentes en 12 provincias, que busca detener la expansión de la incineración de residuos hospitalarios, industriales y urbanos en la Argentina,  alertar sobre sus impactos sobre el medio ambiente y la salud humana y promover estrategias de gestión sustentable de residuos.

La Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA por su sigla en inglés) es una red global de unos 600 miembros, entre organizaciones  e individuos que la integran.

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 Buenos Aires, 09 de octubre de 2015.-