Con contundencia y determinación, la Marcha Plurinacional de los Barbijos (multisectorial integrada por decenas de organizaciones) manifestó su repudio frente al proyecto de ordenanza de autoría del concejal Aldo Poy mediante el que se pretende declarar de Interés Municipal el Congreso de la Soja del Mercosur “Mercosoja 2019”, a realizarse en la Bolsa de Comercio de Rosario el 4 y 5 de septiembre.

“El Congreso de la Soja del Mercosur es una exaltación comercial y política de las falsas virtudes del modelo agropecuario. En nuestro país actualmente el cultivo transgénico está asociado a la pulverización, por año, de 500 millones de litros de agrotóxicos en el ambiente. Afectando la salud de la población y de los ecosistemas”, resaltaron con preocupación desde el colectivo de organizaciones nucleadas en la Marcha Plurinacional de los Barbijos.

“No alcanzamos a comprender cómo este mismo Concejo Deliberante, que a fines de 2017 aprobó la Ordenanza Nº 9789 de prohibición del uso del glifosato -probable cancerígeno y herbicida estrella del modelo sojero-, ahora aprobaría el proyecto del concejal Aldo Pedro Poy”, sostuvieron, frente a los vaivenes de un poder político que a las claras no decide seriamente en favor de la salud y el ambiente.

“No hay nada que ponderar en una actividad cuyas ganancias están destinadas para unos pocos y los impactos negativos los reciben vecinxs de los campos fumigados, así como niñxs y docentes de escuelas fumigadxs”, subrayaron, esperando que se revea la decisión institucional.

Que el humo del Amazonas no cubra al Concejo

“A nivel continental, el actual modelo agropecuario ha llevado a la región del Amazonas a sufrir incendios intencionales. Las tierras deforestadas, luego de ser arrasadas por los incendios, pretenden ser usadas para cría de ganado a gran escala y cultivar soja transgénica, actividades que impactan sobre el calentamiento global”, agregaron, al tiempo que recordaron la primera e histórica marcha plurinacional llevada a cabo en Rosario el 5 de junio de este año, Día Mundial del Ambiente, para decir basta de extractivismo y de agrotóxicos, “La salud es un derecho humano y no se negocia”.