PEKIN.- Cerca de mil niños que viven en uno de los principales centros de fundición de plomo de China tienen niveles excesivos del peligroso metal en su sangre, informaron hoy los medios estatales. En tanto, ambientalistas instaron a las empresas a brindar detalles sobre la polución.
La mayor empresa de fundición del país reconoció parte de la responsabilidad en el envenenamiento en la provincia central de Henan y todos los niños cuyos hogares estaban dentro de la distancia de un kilómetro de las plantas metalúrgicas fueron trasladados, señaló la agencia oficial de noticias Xinhua.

"Nos hicimos responsables de la contaminación", dijo Yang Anguo, presidente de Yuguang Gold and Lead, citado por la agencia Xinhua. "Se ha acumulado cierta polución en los últimos 20 años o más y la planta está demasiado cerca de las casas", añadió.

Funcionarios de salud de la ciudad de Jiyuan decidieron evaluar a los chicos de menos de 14 años después de una serie de escándalos en zonas de producción metalúrgica de la vecina provincia de Shaanxi.

De los 2743 niños controlados, más de un tercio tenía niveles excesivos de plomo en la sangre. Por su parte, el gobierno de la ciudad suspendió la producción en 32 de las 35 plantas de plomo y en las líneas de fabricación más contaminantes de las tres empresas más importantes, informó Xinhua.

El grupo ambientalista Greenpeace culpó el martes a 18 importantes empresas chinas e internacionales por no publicar sus niveles de contaminación, lo que viola las leyes ambientales.
"Esto es especialmente desalentador porque las 18 compañías son líderes en sus áreas respectivas", indicó un informe de Greenpeace. Los ambientalistas señalaron que la falta de información mina los esfuerzos por mantener la tierra, el aire y el agua de China en buenas condiciones.

Los problemas ambientales son una creciente fuente de malestar en China y ponen en riesgo la estabilidad del Gobierno. Los "incidentes masivos" en disturbios y protestas generados por problemas ambientales han estado aumentando a una tasa del 30 por ciento anual, según el ministro de Medio Ambiente chino.

Al mismo tiempo, el incremento en los precios de los metales ha provocado un alza en las inversiones en minas y plantas de fundición, por lo que ha crecido la cantidad de centros contaminantes a lo largo de todo el país asiático.

Fuente: La Nación