La ONG Taller Ecologista reiteró su preocupación frente al riesgo latente para la población ubicada en los alrededores de Petroquímica Bermúdez S.A. La empresa se encuentra inactiva desde 2013, tiene un gran pasivo ambiental pero lejos está de contar con un adecuado mantenimiento y control en sus instalaciones. El sitio está contaminado con mercurio, asbesto y otras sustancias químicas tóxicas con un fuerte potencial de daño a la salud y al ambiente. “Es necesaria y urgente la remediación del predio. Esperamos que la nueva gestión provincial asuma las responsabilidades a la brevedad”, alertaron.

Taller Ecologista lleva 34 años de trabajo socioambiental, en el cordón industrial las luchas de lxs vecinxs están atravesadas por denominadores comunes: la falta de controles sobre la calidad de aire, la falta de acceso a la información sobre el modus operandi de las empresas instaladas en la zona, la sanción express de ordenanzas que favorecen a las empresas por encima del resguardo de la salud de la población, entre otros. En este contexto de desidia e irresponsabilidad oficial en torno a una de sus obligaciones fundamentales como velar por el resguardo de la salud de la población, se presenta la situación de riesgo químico narrada en este comunicado.

Petroquímica Bermúdez S.A se encuentra inactiva desde el año 2013. Recién en septiembre de 2018, autoridades nacionales y provinciales ingresaron al predio de la ex Petroquímica en busca de pruebas de la contaminación con tóxicos, y las encontraron. La detección en muestras de agua freática de cloroformo, tetracloruro de carbono, tricloroetileno, benceno y otras sustancias químicas, reveló el nivel y tipo de contaminación existente en el predio.

En suelo, las muestras mostraron la presencia también de cloroformo, tricloroetileno, benceno y mercurio. En algunas muestras de suelo también se ha encontrado Lindano (ó Gammexane), un insecticida otrora fabricado allí, y prohibido actualmente en el Convenio de Estocolmo y también en la Argentina. Asimismo se encontró Asbesto, material cancerígeno –enterrado en el lugar-, y bombonas con cloro.

Acciones desde Taller Ecologista

La ONG lleva años trabajando alrededor de este tema. En 2016, a través de un pedido de Acceso a la Información Pública se tomó conocimiento de los expedientes administrativos, haciendo visible la terrible situación en que estaba la empresa, verificando lo sospechado por la organización.

“Es a partir de las acciones legales iniciadas por nuestra organización que conocimos la existencia de un convenio entre el Ministerio de Ambiente y la empresa, en el cual esta última presentó un Plan de Remediación, pero a la fecha no hemos tenido acceso al Plan, pedido al Ministerio de Ambiente y sobre el cual Fiscalía de Estado se opuso a que accedamos”, subrayaron desde el área Tóxicos de Taller Ecologista.

No obstante la desalentadora acción de la Fiscalía, Taller Ecologista solicitó ser parte en el expediente de Remediación, a fin de brindar colaboración y controlar el efectivo cumplimiento, en virtud del art. 2 de decreto 4174/15. Todas estas actuaciones se encuentran en el área de legales de la Provincia de Santa Fe, sin respuesta a la fecha.

“Las últimas novedades que tenemos es que la Provincia denunció en el expediente judicial la nulidad del convenio antes mencionado, por el incumplimiento del mismo. Todo esto se da en un proceso de cambio de gestión. Esperamos que el nuevo gobierno tome cartas en el asunto responsablemente y a la brevedad, por el resguardo integral de la salud de la población y el ambiente”, destacaron con preocupación.

Sitio contaminado

Las sustancias químicas tóxicas halladas en el predio tienen un gran potencial de daño a la salud y al ambiente. El lindano afecta los sistemas endocrinos y nerviosos centrales; según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) es cancerígeno humano Grupo 1. Por otro lado, la exposición prolongada al benceno puede producir leucemia. Asimismo, el asbesto es un carcinógeno humano, su uso está prohibido en Argentina desde 2003.

Cada año que pasa el deterioro de la arruinada infraestructura hace aumentar los riesgos de liberar contaminantes, que puedan estar contenidos en tanques y bombonas; además las sustancias químicas persistentes en la intemperie siguen su camino dispersando su contaminación por las lluvias y vientos.