En el marco del 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries.

Con motivo del 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries, llevado a cabo en la ciudad de La Plata, un grupo de militantes, trabajadoras y académicas de diversos territorios y organizaciones del país queremos compartir nuestras reflexiones, conclusiones y propuestas luego de haber participado de los talleres Mujeres y luchas ambientales; Mujer y Hábitat/Territorios; Mujeres Campesinas y Rurales y Mujer y Ecofeminismo, siendo este último realizado por primera vez en la historia de los encuentros.

La sororidad, en la diversidad, y el trabajo en comunidad son nuestra mejor arma. Es por esto que en el marco de este EPMLTTBNB nos encontramos mujeres e identidades feminizadas que llevamos adelante luchas en y por nuestros territorios para reivindicar que nuestras vidas, y no el mercado, deben estar en el centro de nuestras sociedades.

Nos encontramos frente a una crisis civilizatoria a nivel global, comprendida por una crisis ecológica -agotamiento de bienes comunes, cambio climático, pérdida de biodiversidad- y una crisis del sistema de cuidados, entendida como la desestabilización de un modelo de reparto de responsabilidades sobre los cuidados y la sostenibilidad de la vida, que históricamente recayó en las mujeres y que actualmente tiene como consecuencia una situación de explotación y endeudamiento insostenible. Ambas crisis son generadas por el actual sistema capitalista patriarcal para perpetuarse con pretensiones infinitas en un mundo finito.

Frente a estas crisis el ecofeminismo es una alternativa para el cambio civilizatorio. El planeta no necesita ser salvado pues existió sin nosotres y lo seguirá haciendo, pero debemos comprender que somos parte de un sistema socioecológico en tanto somos seres interdependientes y ecodependientes, por eso es urgente dar respuestas para la supervivencia como especie.

Sin embargo, no todes tenemos la misma responsabilidad en revertir esta situación: el 87% de la riqueza mundial está en manos del 20% de la población más rica del planeta, y es este sector el principal responsable de esta crisis, mientras que los sectores más empobrecidos sufren las consecuencias: hambre, pobreza energética, falta de acceso al agua, contaminación, enfermedades. Por eso afirmamos que la justicia ambiental está íntimamente vinculada a la justicia social.

Por lo anterior y por el protagonismo de las mujeres e identidades feminizadas en las luchas socioambientales consideramos que es necesario el diálogo entre ecologismo y feminismo: debemos incluir la lucha socioambiental en la agenda de todos los feminismos. Consideramos que como movimiento heterogéneo y plurinacional debemos apostar a un “feminismo para el 99%”. El ecofeminismo no se trata de importar una agenda europea sino de construir alternativas desde los territorios urbanos y rurales, con sus problemáticas específicas, inspirándonos en las experiencias feministas latinoamericanas, populares, rurales y comunitarias: anticapitalistas, antiextractivistas, anticolonialistas y antirracistas.

Llamamos a resignificar y politizar los trabajos reproductivos que se nos asignaron a mujeres e identidades feminizadas a partir de la división sexual del trabajo que entendemos como una construcción sociocultural. Debemos abogar por nuevas masculinidades que estén más conectadas con la vida para poder así colectivizar esos trabajos de cuidado humano, de otros seres vivos y de los territorios. No puede seguir recayendo sólo sobre nosotras esta triple jornada laboral: trabajo productivo, trabajo reproductivo y militancia.

Abogamos por la construcción popular de las soberanías alimentarias, energéticas, educativas y sanitarias. Para esto es fundamental articular y trabajar conjuntamente con otres actores de diversos espacios, y así lograremos realmente avanzar en la conquista de derechos que nos acerquen más a la igualdad. El cambio sistémico hacia sociedades sustentables, que permitan a las generaciones actuales y futuras una vida digna y armoniosa con el entorno, devendrá a partir de políticas sociales sobre aquellas problemáticas que se logren instalar en la agenda pública desde la organización social colectiva.

Destacamos la necesidad de establecer un diálogo entre los ámbitos rural y urbano. Debemos dejar de entenderlos como separados y opuestos. Por ejemplo, ante la problemática de la alimentación en un contexto neoliberal como el actual, la agroecología ofrece otro modo de relación con los territorios, otro modo de vida comunitaria. Reducir la alimentación a un bien de consumo e instrumentalizar la naturaleza limita las acciones necesarias para generar criterios y reconocer qué hay detrás de cada alimento y cuestionar el impacto que tiene a partir de todo lo que lo conforma para contribuir a un consumo justo, sostenible y saludable en defensa de la soberanía alimentaria.

Por último, celebramos que en el 34° encuentro plurinacional de MLTTNB se incorpore el taller sobre Ecofeminismo, pero creemos que es fundamental que se unifique con el taller de “Mujeres y luchas ambientales”. El ecofeminismo es un movimiento que surge de las prácticas de lucha y resistencia de las mujeres frente a los avances del extractivismo en todas sus expresiones. A lo largo de todo el territorio latinoamericano, muchas de estas mujeres defensoras del ambiente son asesinadas por corporaciones y estados cómplices. Separar las luchas de las lideresas ambientales del ecofeminismo replica las lógicas hegemónicas de dividir por “asignaturas” nuestras vidas. Los impactos de este modelo capitalista patriarcal nos remiten a la necesidad de un análisis sistémico poniendo en relieve las bases que sostienen la vida.

Por un nuevo protagonismo social, consciente, diverso, ecofeminista que en comunidad confluya a situar el cuidado de la vida en el centro de nuestros valores y, por lo tanto, de nuestras prácticas. Entramados que entusiasman desde lo común, que contagian desde lo cercano y que desde abajo impulsen la fuerza para que todes vivamos una vida digna.

Adhieren a este comunicado mujeres e identidades feminizadas militantes, trabajadoras, campesinas y académicas de distintos lugares y organizaciones del país abajo firmantes.

Área Ecofeminismo de Taller Ecologista Rosario
MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos)
Jacquelina Flores, coordinadora nacional del Programa de Promotoras Ambientales Cartoneras
UST (Unión de Trabajadores y Trabajadoras Rurales Sin Tierra – MNCI Vía Campesina)
UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra – Secretaria de género)
Red Puna – MNCI
GEA Colectiva Ecofeminista
FUNDEPS (Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables – Córdoba)
Red de Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria
Miryam Gorban, Directora de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA
Natalia Quiroga Diaz, especialista en economía emancipatoria
Patricia Pintos, geógrafa, docente e investigadora CIG/IdIHCS-UNLP
Maristella Svampa, socióloga y escritora, investigadora de CONICET
Denise Mattioli, arquitecta, investigadora de CONICET
Ximena Neumann, Lic. en Psicología. Docente
Grupo de Estudios Ambientales del Instituto Gino Germani UBA
TramaTierra biocolectivo Santa Fe
Colectiva de Mujeres de La Granja La Verdecita Santa Fe
Fundación Ecosur

*PH: en40lineas.com.ar