(*)Por Ing. Agr. Javier Souza Casadinho 

Según los datos oficiales las personas asistidas  en forma personal  llegaron a  309 pacientes  en los Centros de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica de la Ciudad y del Gran Buenos Aires y se recibieron más de 300 consultas telefónicas de personas que presentaban alguna sintomatología. En la mayoría de los casos los signos y síntomas fueron de tipo irritativo ocular y de vías aéreas superiores, dolor de cabeza, náuseas, diarrea y dolor abdominal.

Se trato de un incendio en un contenedor que cargaba al insecticida Tiodicarb, nombre comercial Semevin. Se trata de un insecticida, del tipo de los oximacarbamato utilizado fundamentalmente como cura semillas que posee una categoría toxicológica II – moderadamente peligroso-.

Sabemos que las clasificaciones solo tienen en cuenta la toxicidad aguda y nada se menciona sobre la toxicidad crónica- enfermedades que pueden aparecer luego de muchos años respecto a la exposición -, ni de sus características químicas que lo pueden tornar más peligroso. Por ello en este producto aparece en el listado de los plaguicidas altamente peligrosos realizada por Pesticide Action Network dado su posible acción disruptora endocrina y efecto cancerígeno  
Según las hojas de datos de las empresas productoras, este tóxico se absorbe por vía oral, inhalatoria y cutánea y es inhibidor de la colinesterasa. Puede causar irritación de la piel y es ligeramente irritante a los ojos. También es irritante del tracto respiratorio, del tracto gastrointestinal y manifestaciones colinérgicas.

La ingestión puede producir la muerte. El producto puede causar manifestaciones colinérgicas como náuseas, vómitos, diarrea, diuresis frecuente e involuntaria, miosis, bronco espasmos, secreción, bronquiolar, disnea, opresión toráxica, lacrimaciones, sialorrea y fasciculaciones, musculares.

La intoxicación grave puede causar temblores, convulsiones generalizadas, inconsciencia, parálisis flácida, insuficiencia respiratoria, intensa cianosis, edema de pulmón y coma. La ingestión de grandes cantidades de producto puede causar efectos neurológicos como hiperexcitabilidad, irritabilidad, temblores, apatía y convulsiones. Respecto a su acción en otros organismos es  muy  tóxico para los organismos acuáticos y tóxico para las abejas.

Cabe señalar que este producto está retirado en la Unión europea dado que en su reunión de evaluación de productos químicos del 25 de mayo de 2007 se decide la no inclusión del tiodicarb en el anexo I de la Directiva 91/414/CEE del Consejo y a la retirada de las autorizaciones de los productos fitosanitarios que contengan esta sustancia [notificada con el número C(2007) 2165].

Esta decisión se basa en que durante la evaluación de esta sustancia activa se señalaron algunos motivos de preocupación. La evaluación del riesgo del uso como insecticida indicó que existía un riesgo alimentario agudo para los niños de corta edad en caso de consumo de uvas de mesa tratadas y para los adultos en caso de consumo de vino. Además, la evaluación del riesgo del uso de tiodicarb como molusquicida mostró una falta de datos importante, en particular con respecto a la exposición del operario y la posible contaminación de las aguas subterráneas, por lo que no fue posible concluir, sobre la base de la información disponible, que el tiodicarb cumplía los criterios de inclusión en el anexo I de la Directiva 91/414/CEE.

A su vez la hoja de datos de las empresas recomiendan “ Mantenerse alejado del humo. Enfriar los contenedores expuestos al fuego con agua a chorro. Evitar que corra el agua de extinción y no permitir  que el producto derramado llegue a ninguna corriente o fuente de agua”. ¿Cuantas de estas precauciones se tuvieron en el “accidente” del día de ayer?

Sabemos que en los medios se difundió la noticia confundiendo  a los carbamatos con carbonatos y al Tiodicarb con el thiodan, que se corresponde con el insecticida endosulfan producto listado en el convenio de Estocolmo y prohibido en Argentina desde el año 2013.La población debe saber a que productos fue expuesta para poder continuar con la atención y seguimiento médico que la situación amerita

La información sobre el impacto en la salud obliga a realizar un monitoreo de las personas expuestas, máxime niños, y aquellos que estuvieron más cerca de las emanaciones.
Desde RAPAL llamamos a los gobiernos nacionales, provinciales y municipales a extremar las precauciones en la manipulación de estos tóxicos, a brindar información a la población expuesta y a apoyar la producción de alimentos sin plaguicidas a partir del desarrollo de la agroecología.

(*)Coordinador regional RAPAL.