La representante de la Argentina, Dra. Romina Bocache planteó desde un inicio del evento la voluntad de Argentina, como una decisión del gobierno., de incluir al endosulfan en el anexo A sin excepciones.  Ella manifestó en la reunión plenaria  “Agradecemos al comité de examen de nuevos Cops, apoyamos la moción del Grupo de Latinoamérica y el Caribe y apoyamos la inclusión del endosulfan en el anexo A, sin excepciones… esta decisión va en consonancia con la proyección de la salud humana y el ambiente de nuestro gobierno …este es un tema sensible para la Argentina y manifestamos la necesidad de asistencia técnica y financiera para poder cumplir con los compromisos”.

Al  entrar el endosulfán como un nuevo Contaminante Orgánico Persistente (COP o COPs) en el Anexo A, los países parte toman el  compromiso de terminar con la producción y el uso a nivel mundial  excepto para  India, China y Uganda, en combinaciones cultivos-plaga  específicos en algodón, café, tabaco, manzanas,  maíz, entre otros cultivos. El plazo de la excepción es de 5 años con posibilidad de renovarse otros 5 años.

«A pesar de las excepciones concedidas, la decisión es una victoria para la campaña internacional impulsada por la Red de Plaguicidas a nivel internacional  (Pesticide Action Network) y de la Red Internacional de Eliminación de los COP (IPEN), y un gran logro para las organizaciones ambientales y ciudadanas hindúes que iniciaron la campaña  contra el endosulfán en el estado de Kerala (India) desde 1999!" nos dice Fernando Bejarano desde Ginebra y enlace IPEN para América Latina.

Javier Souza, coordinador regional de la red de Acción en Plaguicidas de América Latina (Rap-AL), presente en la V Conferencia también, expresa «la  agroecología propone alternativas productivas  viables desde el punto de vista económico y sustentable. Millares de productores  del  mundo lo demuestran diariamente» y agrega «la propuesta se basa en el diseño del predio, la nutrición adecuada de los suelos y en la biodiversidad. Combinando los saberes científicos con los saberes comunitarios, campesinos  y de los pueblos originarios, se puede favorecer una adecuada nutrición  del suelo y de la misma manera recrear biodiversidad beneficiando la reproducción de insectos parásitos y predadores, restableciendo el equilibrio ecológico…».

“Con toda la información científica en la que se fundamentó la decisión de  la V Conferencia para incorporar al endosulfán a la lista del Convenio, resulta imperioso que el gobierno de la provincia de Santa Fe guíe a los productores agropecuarios hacia alternativas de producción libres de este insecticida que es tóxico, persistente, bioacumulable y puede desplazarse a grandes distancias porque sin dudas estas acciones serán en beneficio de  la salud pública”, dice Cecilia Bianco  de Taller Ecologista.

Souza también solicita la implementación de políticas efectivas a nivel de estado: de tierras , fiscales, alimentarias , crediticias , tecnológicas , de comunicación que favorezcan la transición de una agricultura basada en monocultivos y plaguicidas químicos al desarrollo de agroecosistemas sustentables.

Sobre el endosulfán:
El insecticida Endosulfán, hexacloro- endometileno- biciclohepteno-bis,  que posee una clasificación química de organoclorado del grupo de los ciclodienos, está en el centro del debate internacional sobre el uso de los agrotóxicos y su impacto en la salud. En nuestro país está clasificado toxicológicamente, según las formulaciones, como producto altamente o extremadamente peligroso para los seres humanos, clase I b y II según las normas vigentes. Se trata de un producto resistente a la degradación química, física y biológica, que se acumula en las cadenas alimenticias y puede trasladarse a grandes distancias por el aire y el agua.
El Endosulfán  se utiliza para combatir insectos en los cultivos de cereales, flores, alfalfa, algodón,  hortalizas, girasol, tabaco y soja. Se aplica tanto en aplicaciones terrestres – manuales y mecánicas – como en <pulverizaciones aéreas. Hay una tendencia creciente a su utilización, máxime en momentos en los que se registran un incremento en las poblaciones de insectos por ejemplo en los ciclos secos.
Respecto a su impacto en los seres humanos existe evidencia científica de su acción negativa en el sistema nervioso central y en el sistema inmunológico, y de su acción como disruptor endocrino. Los seres humanos podemos ser afectados durante la aplicación del endosulfán, o durante su dispersión en la atmósfera o suelo y en la ingestión de alimentos contaminados. El endosulfán puede contaminar incluso la leche materna. Afecta principalmente a aquellos que toman contacto directo con el producto  especialmente productores familiares, trabajadores agrícolas y atendiendo a las condiciones sociales de producción a sus familias e incluso a quienes residen en las cercanías de los centros de aplicación.
Diversos estudios de campo y laboratorio demuestran el impacto del endosulfán sobre la fauna silvestre. El endosulfán es tóxico tanto para las abejas como para muchos insectos benéficos. Es extremadamente  tóxico para peces, por lo cual se restringe la aplicación en las cercanías de cursos de agua. En este caso vale destacar que su impacto sobre los organismos acuáticos puede darse ya sea porque las partículas alcancen los cursos de agua, o por contaminación de las fuentes de agua con partículas de suelo que contienen este insecticida (Souza, Javier. 2011).