Las organizaciones ambientalistas reiteraron su rechazo al sistema del CEAMSE y la necesidad de cerrar el relleno sanitario de Punta Lara (Ensenada), pero consideran que el proyecto de la planta de tratamiento tiene aspectos centrales que deberían modificarse.
 
En primer lugar señalaron que dicho proyecto no debería denominarse “Basura Cero”, pues sostienen que este concepto refiere a un enfoque totalmente distinto para la gestión de los residuos. “El enfoque de Basura Cero, tal como viene siendo desarrollado en todo el mundo, implica actuar de diversas maneras sobre la generación y manejo de los residuos, de manera de tender una reducción en la cantidad y peligrosidad de los residuos generados, y además a reintroducir los materiales descartados en ciclos naturales o en la industria. No es posible lograr esto con una planta como la que se ha propuesto. Basura Cero implica la participación ciudadana aumentada, a través de acciones concretas como separar los residuos en origen y modificar hábitos de consumo, pero también una participación política en la definición del tipo de gestión de residuos que los municipios eligen”, expresaron en la misiva.
 
Además, criticaron que se considere enviar una fracción de los residuos a cementeras para utilizarlos como combustible alternativo. Sostienen que tanto la incineración como la co-incineración de residuos “implican emisiones de sustancias tóxicas para el ambiente como dioxinas, furanos y metales pesados, entre otras. Además, significa derrochar los materiales que se queman, que podrían en cambio ser reciclados disminuyendo la presión extractiva sobre la naturaleza. Por otro lado, enviar residuos a quemar a cementeras implica trasladar el problema de la contaminación de manera injusta a otras jurisdicciones.”
 
Las organizaciones cuestionaron asimismo que el proyecto no esté basado en la separación en origen de residuos. “Si ante la urgencia en implementar un sistema de gestión que reemplace al relleno sanitario de la CEAMSE de Punta Lara se elige avanzar en un proyecto de estas características, debería planificarse al mismo tiempo un avance progresivo de la separación en origen en todos los distritos involucrados en el proyecto (La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen y Punta Indio).”, expresaron.

Si bien existe un programa de separación en La Plata y la intención de integrar en el proyecto a cooperativas de la región en programas de separación, desde las organizaciones plantearon que esto debe sostenterse y debe aumentar progresivamente la separación en origen en todos los distritos, jerarquizando el rol del vecino y el importante trabajo que llevan adelante las cooperativas de recuperadores urbanos. Señalan que los programas de separación deben enfocarse tanto en los materiales reciclables como en los restos orgánicos.

“En las condiciones actuales pueden preverse no sólo bajos niveles de recuperación, sino además una generación de productos de baja calidad, particularmente en cuanto a la producción de compost. Diversos estudios señalan que la producción de compost a partir de residuos no separados en origen da lugar a un producto contaminado y con posibilidades de uso restringidas”, afirman.

Por último, en los últimos días se ha anunciado que el proyecto pasaría al Municipio de Ensenada. En este nuevo contexto no está claro qué mecanismos de participación se implementarán para que la ciudadanía pueda opinar al respecto. “Es imprescindible garantizar que las organizaciones sociales y los grupos ciudadanos tengan injerencia en la nueva situación, con facultades de monitorear y participar en las decisiones que se vayan tomando”, finalizaron.   

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