Organizaciones de Argentina, México, Chile, Costa Rica, Colombia, El Salvador y Panamá, se reunieron para analizar el proceso de negociaciones del tratado global para detener la contaminación por plásticos. El encuentro -del que participó nuestra compañera Cecilia Bianco- tuvo lugar en el marco de la próxima sesión del Comité Intergubernamental de Negociación para un tratado de plásticos, cuya cuarta ronda de negociaciones globales “INC-4”, se desarrollará a fines de abril en Ottawa, Canadá.

Entre 8 y 11 millones de toneladas de desechos plásticos ingresan cada año a los espacios marinos y costeros, tendencia que sólo se triplicará en los próximos años si no se realizan cambios integrales y estructurales. Estudios científicos recientes, confirman que la probabilidad de sufrir males cardiovasculares se multiplica por 4 con la presencia de micro y nano plásticos en las arterias.

También, la ciencia ha confirmado la presencia de partículas plásticas en la sangre, en la leche materna, en las heces humanas, se repiten estos hallazgos en el agua que tomamos, en el aire. Los plásticos, se encuentran en todos los hábitats del planeta, afectando negativamente todos los servicios ecosistémicos y poniendo en riesgo las mismas condiciones planetarias de las que depende el ser humano para su supervivencia.

Este 22 de marzo, organizaciones de México, Chile, Argentina, Costa Rica, Colombia, El Salvador y Panamá, se reunieron para analizar el proceso de negociaciones del tratado global para detener la contaminación por plásticos.

El encuentro tuvo lugar en la ciudad de Panamá, en el marco del último día de reunión preparatoria de los gobiernos de Latinoamérica y El Caribe, de cara a la próxima sesión del Comité Intergubernamental de Negociación para un tratado de plásticos, cuya cuarta ronda de negociaciones globales para el desarrollo de un tratado global que detenga la contaminación por plásticos (INC-4) se desarrollará a fines de abril de este año en Ottawa, Canadá. En este sentido, los gobiernos de la región Latinoamericana y del Caribe se reunieron del 20 al 22 de marzo en Ciudad de Panamá a preparar su posicionamiento conjunto.

Propuestas de las organizaciones al borrador del Tratado

Las organizaciones ciudadanas, y también la industria, participaron como observadoras de la reunión de los gobiernos y tuvieron la oportunidad de intervenir con propuestas al borrador cero revisado del tratado. Posteriormente, el 22 de marzo se desarrolló una jornada con organizaciones para compartir información y fortalecer los lazos que permitan identificar objetivos y estrategias conjuntas.

La jornada comenzó con exposiciones de Cecilia Bianco de Taller Ecologista (Argentina) sobre las sustancias tóxicas presentes en los plásticos y la urgencia de eliminarlas. A continuación presentó Alberto Quesada de Mar Viva (Costa Rica, Panamá, Colombia) sobre la contaminación por plásticos en el mar), Larisa de Orbe de la Colectiva Malditos Plásticos de México sobre el colonialismo de la basura, Alejandra Parra de la Alianza Basura Cero Chile y GAIA LAC sobre el proceso del tratado de plásticos, cerrando el panel con Soledad Mella de la Red Latinoamericana y del Caribe de Recicladores de base.

Alberto Quesada de la Fundación Mar Viva, sostuvo: “El problema de la contaminación por plásticos, es un problema de complejas dimensiones, pone en peligro a las comunidades más vulnerables, especialmente en la región de América Latina y el Caribe, afecta diversos derechos humanos reconocidos como a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado y el derecho a la salud. Cualquier estrategia de intervención deberá comenzar por reducir la producción de polímeros plásticos primarios y la prohibición de sustancias químicas peligrosas presentes en todos los plásticos”.

Asimismo, Cecilia Bianco del Taller Ecologista, Argentina, agregó que actualmente más de 16000 sustancias químicas son utilizadas por la industria en sus polímeros y productos plásticos y en los procesos de fabricación. Entre estas sustancias se encuentran algunas que tienen la capacidad de bioacumularse, persistir en el ambiente, afectar el sistema hormonal, entre otras características que hacen que sean un peligro para la salud y el ambiente. Por lo tanto, es necesario que se establezca en el Tratado un sistema de transparencia y trazabilidad de las sustancias químicas. La industria debe informar sobre la presencia y el tipo de sustancias en los productos plásticos y también poder hacer un seguimiento de éstas. Todo plástico con sustancias tóxicas debe ser retirado inmediatamente del mercado.

Larisa de Orbe de Acción Ecológica México e integrante de la Colectiva Malditos Plásticos de México, alertó sobre el envío de miles de toneladas de desechos plásticos provenientes de países ricos a países de Latinoamericana con el pretexto de la “circularidad” y que llegará a reciclarse cuando sabemos que esto no es así, que no se cuenta con infraestructura para gestionar los desechos plásticos que se producen al interior de los países y que terminan quemándose o en tiraderos. Este fenómeno que se conoce como Colonialismo de la Basura se está incrementado en el sur global y está afectando la salud de las poblaciones y de los ecosistemas. El tratado debe prohibir el envío de desechos plásticos tóxicos a otras regiones.

Para Marisol Landau, de la organización panameña FAS PANAMÁ, “Urge informar a la ciudadanía en general sobre la gravedad del problema y cómo la contaminación por plásticos pone en riesgo la vida como la conocemos. Lograr presionar de abajo hacia arriba requiere que la población esté bien informada para que tome consciencia de la situación y adopte cuanto antes prácticas y estilo de vida donde imaginemos un mundo sin plástico. Sabemos que será difícil, sin embargo, en la medida que logremos divulgar esta verdad y contemos con información confiable basada en evidencia, se podrán sumar más organizaciones en la tarea de sensibilizar y comunicar, fortaleciendo una acción colectiva que rompa la ola de los plásticos. Por esta razón, resulta de gran importancia la participación de la academia en el encuentro.

Para Alejandra Parra de la Red de Acción por los Derechos Ambientales, la Alianza Basura Cero Chile y GAIA (Global Alliance for Incinerator Alternatives): “La crisis que han generado los plásticos es tal, que los gobiernos de todo el mundo tomaron en 2022 la decisión de comenzar a redactar un tratado para detener la contaminación por plásticos. En los casi dos años de negociaciones del tratado hasta ahora, la industria petroquímica ha incidido cada vez con más fuerza en el proceso, enviando más lobistas que los representantes de 70 países juntos en el INC-3. Por eso, urge que como ciudadanía hagamos el contrapeso y le exijamos a nuestros gobiernos que apoyen el establecimiento de metas globales y obligatorias de reducción de la producción, entre otras medidas fundamentales para lograr un tratado efectivo que defienda los derechos humanos, la salud de las personas y sobre todo de las niñas, niños y futuras generaciones que recibirán un planeta saturado de contaminantes si no cambiamos la dirección de la humanidad hoy”.