En el marco de la próxima ronda de negociaciones hacia un Tratado Global de Plásticos (INC4), Taller Ecologista mantuvo reuniones con autoridades de Cancillería y otras reparticiones nacionales, en las cuales entregó informes y pruebas científicas en torno a la contaminación de productos químicos peligrosos en los plásticos reciclados. Dichas acciones de incidencia política sobre los gobiernos nacionales son realizadas en diferentes países por organizaciones que tienen un lugar clave en la elaboración del texto del Tratado vinculante, que debe estar aprobado para fines de 2024.

Del 23 al 29 de abril tendrá lugar en Ottawa, Canadá, la cuarta ronda de negociaciones (INC4) para discutir el texto de un Tratado Global de Plásticos, el cual busca ser una herramienta legal para proteger la salud humana y al ambiente de dicha contaminación. Como en cada encuentro internacional, tendrán participación los Estados, el sector privado, la academia y organizaciones de la sociedad civil.

Sumado al detallado aporte que las organizaciones de la sociedad civil vienen haciendo en las reuniones internacionales sobre la letra fina del texto del Tratado – INC1, Punta del Este (Uruguay); INC2, París (Francia); INC 3, Nairobi (Kenia) – también llevan adelante acciones de difusión, concientización e incidencia política en cada uno de sus países, y en especial en relación a sus gobiernos locales.

En Argentina, un conjunto de organizaciones -Consciente Colectivo, Unplastify, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Taller Ecologista- trabajan en la incidencia por un tratado de plásticos ambicioso, que incluya la reducción del consumo de plásticos, la incorporación criterios globalmente armonizados sobre transparencia y trazabilidad de las sustancias químicas y la eliminación de las sustancias tóxicas, hacia una transición con justicia social.

Previo a la próxima ronda (INC4), durante el mes de abril dichas organizaciones argentinas mantuvieron reuniones con funcionarios de Cancillería y de la Subsecretaría de Ambiente de Nación, y lo harán con la Dirección de Industria Sostenible, del Ministerio de Economía. En cada encuentro hicieron entrega de informes y pruebas científicas referidas a la contaminación de productos químicos peligrosos en los plásticos reciclados. Dentro de los materiales específicos, entregaron un resumen del informe: “La contaminación química generalizada de pellets de plástico reciclado a nivel global”, con datos comparativos en relación a las sustancias químicas presentes en las muestras de Argentina respecto de los otros países participantes del proyecto, sumado a explicaciones de los perjuicios en la salud y el ambiente.

Investigaciones junto a la red IPEN

Taller Ecologista participó de un proyecto internacional sobre presencia de sustancias químicas en pellets de residuos de plásticos de polietileno de alta densidad. Los resultados de esos análisis fueron sorprendentes. Las muestras provinieron de plantas de reciclados de Argentina, una de ellas tenía 15 sustancias químicas de las 18 que se habían planificado analizar, dado su potencial de daño a la salud y al ambiente.

La tecnología disponible, además permitió identificar otras sustancias presentes en las muestras de pellets. Estas incluyen sustancias químicas agregadas intencionalmente, así como sustancias químicas del proceso de producción y reciclaje, y la contaminación de envases de plástico por su uso.

Este trabajo de investigación -impulsado por IPEN y del que participaron organizaciones de 13 países-puso en evidencia que el reciclaje de plásticos da lugar a que las sustancias químicas tóxicas presentes en los materiales de origen se mezclen y se transfieran al plástico reciclado. Por lo tanto, los productos plásticos deben ser diseñados libres de sustancias tóxicas, y se deben retirar del mercado todos los productos que los tengan, para evitar que se concentren las sustancias tóxicas cuando se reciclen.

La contaminación por plásticos es un problema mundial que requiere de acciones inmediatas. Uno de los principales objetivos es que los países reduzcan la producción de plásticos, tanto a nivel nacional como internacional, para reducir definitivamente la contaminación por plástico. Otro norte importante es que en el texto del Tratado se establezca un sistema de transparencia y trazabilidad de las sustancias químicas usadas en los plásticos, con diferentes funcionalidades, agregadas y no intencionales. Por informes científicos, actualmente se conoce que están en el orden de las 16000, de las cuales 4000 son sustancias capaces de generar daño en la salud.

*Foto: Reunión en Cancillería, junto a Unplastify, FARN, Conciente Colectivo y Taller Ecologista.