En el marco de la pandemia por Covid19 que este año puso en evidencia la insoslayable crisis civilizatoria por la que atraviesa el mundo, compartimos nuestra perspectiva y análisis alrededor del avance de las corporaciones de las comunicaciones como Google y Facebook y de las grandes del comercio electrónico, y su vinculación con el vertiginoso desarrollo de la digitalización del sistema agroalimentario (agricultura 4.0). Como sostenemos desde hace años, el camino de la soberanía alimentaria está en el saber popular, en la democratización del conocimiento, en las autonomías locales, el comercio justo y las cadenas cortas de comercialización. La creciente monopolización y la dependencia de las grandes corporaciones va por la senda opuesta.
Los grandes ganadores de la pandemia han sido las corporaciones de las comunicaciones como Google y Facebook (WhatsApp e Instagram incluidas) y las grandes del comercio electrónico. El principal accionista de Amazon es el hombre más rico del mundo según la revista Forbes y el principal accionista de Mercadolibre (Marcos Galperín) es la sexta persona más rica de argentina según el mismo ranking.
Silvia Rivero, integrante del ETC Group viene advirtiendo sobre el avance de la digitalización del sistema agroalimentario. Los informes “La insostenible Agricultura 4.0” elaborado por Pat Monney y “Tecno-fusiones comestibles”, dan cuenta de ello.
En tiempos de pandemia, las cosas avanzan a ritmo vertiginoso. La nota publicada por Silvia Rivero el 20 de Junio en el diario La Jornada de México, nos informa que “Walmart compró el año pasado la inmensa cadena de ventas electrónicas Flipkart, en India, mientras la cadena de supermercados Carrefour hizo un acuerdo con Google para impulsar ventas de comestibles en línea. A su vez, la cadena francesa de supermercados Monoprix suscribió un acuerdo de ventas en línea con Amazon. Alibaba y Tencent, de China, se están disputando el control del enorme mercado de ventas de alimentos de China”.
Asimismo, Mercadolibre ya dispone de una sección de alimentos que incluye hoy una sección de frescos, un tema que era un gran desafío para la logística de su distribución. Y no sólo eso, también promueven la compra-venta de alimentos mediados por la Tarjeta AlimentAR del programa Argentina contra el hambre. (+ info)
En Argentina, Fernando Cabaleiro de la ONG Naturaleza de Derechos, en una reciente nota, nos advierte de la propuesta para el modelo agroalimentario Argentino denominada AgTech; propuesta que no es otra cosa que el paquete tecnológico de Bill Gates (Microsoft) denominado AgOne, que detrás del filantrocapitalismo esconden estrategias de grandes negocios corporativos.
Por si quedara alguna duda, la noticia más reciente, anunciada en el mismo portal de Microsoft Argentina y levantada por grandes medios, es que la cocinera Narda Lepes (auspiciada por Microsoft) anuncia el lanzamiento de una APP que con inteligencia artificial te ayuda a comprar y consumir vegetales para una dieta saludable.
El camino de la soberanía alimentaria está en el saber popular, en la democratización del conocimiento, en las autonomías locales, en el consumo de cercanía, el comercio justo, las cadenas cortas de comercialización, en un alimento con rostro humano y de producción agroecológica. La creciente monopolización y la dependencia de las grandes corporaciones va por la senda opuesta.
El capitalismo de plataformas (1) es un terreno en disputa frente a la “ética hacker” (2) que bajo prácticas como el crowfounding (financiamiento masivo), crowsourcing (colaboración abierta) entre otras promueven las plataformas cooperativas.
En este sentido, más que nunca se hace evidente la necesidad de ocupar esa creciente necesidad de vincular la soberanía alimentaria y las plataformas colaborativas. Y en ese camino estamos al retomar con más experiencia y aprendizaje el proyecto Ecoalimentate iniciado en 2015, y en estos últimos años fortalecido y potenciado junto a la ONG STS y la Red de Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria (CALISA). (3)
La soberanía alimentaria pone a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas. La entendemos y abordamos en línea con la lucha de las comunidades campesinas e indígenas, como “el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y producción de alimentos, garantizando, a través de una producción local, autónoma (participativa, comunitaria y compartida) y culturalmente apropiada, en armonía y complementación con la Madre Tierra, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos, profundizando la producción de cada nación y pueblo”.
1) Srnicek, Nick 2018 Capitalismo de plataformas. En colección Futuros próximos. Ed. Cajanegra.
2) Himanem, Pekka 2015 La ética hacker y el espíritu de la era de la información. Disponible en: http://eprints.rclis.org/12851/1/pekka.pdf
3) Cuadernos para la Soberanía Alimentaria, editado por la Red CALISA.
* Imagen: Agencia Periodística de Buenos Aires