En el marco de la Décima Reunión de la Conferencia de las Partes de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo (BRS), que se realiza entre el 6 al 17 de junio en Ginebra, y en cuya agenda está incluída la gestión de sustancias químicas y desechos, desde Taller Ecologista recordaron la importancia de contar con información y estándares internacionales más estrictos en torno a las sustancias químicas presentes en plásticos reciclados, en favor de la protección de la salud y el ambiente.
Entre el 6 y 17 de junio se desarrolla en Ginebra (Suiza), la Décima Reunión de la Conferencia de las Partes de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo (BRS), dentro de la amplia agenda está incluida la problemática de la gestión de sustancias químicas y desechos.
En esta Conferencia de alcance mundial, se encuentran participando compañerxs integrantes de la Red Global IPEN, de la que forma parte Taller Ecologista. “Bajo el paraguas de IPEN, desde hace años decenas de organizaciones venimos solicitando a los Gobiernos Partes que sea más estricto el nivel de contenido de COP (LPCL) para los desechos que define a los desechos de COP en el marco del Convenio de Estocolmo, que hoy por hoy son bajos”, señaló Cecilia Bianco, coordinadora del área Tóxicos de Taller Ecologista.
Esta solicitud se fundamenta en los resultados de diferentes estudios en países árabes, africanos y latinoamericanos como Argentina, que fueron llevados adelante por Arnika y de los que participó Taller Ecologista. “Los estándares internacionales actuales para desechos plásticos no abordan adecuadamente el problema de los retardantes de llama tóxicos en el plástico reciclado, es preciso adoptar límites estrictos para proteger la salud y el medio ambiente”, agregó.
“Mejorar estos niveles también ayudaría a detener la importación continua de desechos de COP a los países africanos y asiáticos. Esto debería establecerse en un nivel de 50 ppm como lo propone la región africana, y acompañarse con el establecimiento de un nivel de Contaminantes Trazas Involuntarios (UTC por sus siglas en inglés) en 10 ppm, el mismo nivel que se aplica en la Unión Europea para productos de plásticos vírgenes”, subrayó Bianco.
Información para tener a mano:
Los retardantes de llama bromados (BFR) son una familia de sustancias químicas que se encuentran en muchos plásticos, especialmente en plásticos usados en computadoras, teléfonos y otros artículos electrónicos. Debido a que son persistentes, se distribuyen globalmente y se acumulan en la cadena alimenticia es que son considerados Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP). Otras sustancias químicas altamente tóxicas, llamadas dioxinas bromadas, pueden aparecer como impurezas en los plásticos que contienen BFRs.
A través de diversos estudios, los BFR se han relacionado con daños en el sistema nervioso, daños en el desarrollo del cerebro de los niños y alteración de las hormonas naturales del cuerpo, con vínculos potenciales con el cáncer y la infertilidad. Las dioxinas bromadas, se han relacionado con el cáncer, el retraso en el desarrollo del cerebro y el daño al sistema inmunitario y al feto.
A su vez, numerosos estudios han demostrado que éstos se liberan de los plásticos a lo largo de su ciclo de vida, lo que significa que los consumidores que usan plásticos pueden estar expuestos a sustancias químicas peligrosas.
El plástico de los juguetes y la mayoría de los productos de plástico no electrónicos no necesitan ser resistentes al fuego, por lo cual no necesitarían BFR adicionales. “Pero cuando los desechos plásticos de productos electrónicos, vehículos y otros artículos plásticos que contienen BFR se reciclan y se convierten en nuevos productos, el nuevo artículo fabricado (por ejemplo: juguetes, utensilios de cocina, accesorios para el cabello) puede contener entonces estos químicos peligrosos, incluso y otros químicos no intencionales”, advirtió Cecilia Bianco.
Foto: https://bit.ly/3xuLJT0
+ Información:
. La Contaminación Química Generalizada de Pellets de Plástico Reciclado a Nivel Global
. El reciclaje de COPs contamina a los juguetes de niños con retardantes de llama tóxicos