En la mencionada ordenanza se plantea que “el Reglamento de Edificación de la ciudad de Rosario carece prácticamente por completo de normas que atiendan al confort higrotérmico de los edificios que en dicho marco legal se construyen”.
Y en función de ello, la misma establece lo siguiente:
“Por tanto en este sentido, es necesario avanzar decididamente en la implementación de medidas de eficiencia energética que permitan obtener prestaciones similares con menor consumo de energía, al mismo tiempo que se promueve una diversificación de la matriz energética con énfasis en la promoción de las energías renovables.
Existen estudios que determinan entre el 35% a 40%, la posibilidad de reducción del consumo energético de los edificios, mediante mejoras en el diseño de su envolvente térmica, y los hábitos de utilización de los mismos.”
Al respecto el concejal A. Cortés, quien presenta la ordenanza en el Concejo Municipal de Rosario, dice:
“Presentamos en diciembre del año pasado una ordenanza que apunta a regular los aspectos higrotérmicos en la construcción de edificios. En sí el reglamento de edificación acá no tenía absolutamente nada sobre esta cuestión, donde se reglamentaba únicamente las cuestiones estructurales, las cuestiones de iluminación y temas vinculados a comodidades, y nada más. Entonces lo que hicimos básicamente fue hacer obligatorio algunos criterios de las normas Iram vinculado al condicionamiento de edificios, es decir que sobre todo, las paredes y los techos según su orientación tuvieran como mínimo cierta resistencia térmica y que las áreas de las ventanas según la transmitancia tuvieran ciertos límites. Es decir, entendemos que en esta zona el problema principal es el problema del verano más que el invierno… Entonces fundamentalmente tratamos que las paredes y los techos den al oeste. También las que dan al este no tengan grandes aberturas a menos que tengan protecciones.”
En cuanto a los costos que implica en las construcciones edilicias el concejal responde:
“Y entendemos que es una ordenanza bastante suave, en el sentido que no tiene grandes requerimientos. Ya aparecieron algunas voces con preocupaciones y como era de esperar, vienen de sectores empresariales de la vivienda, donde lo que está temiendo con una normativa de este tipo, impacte los costos de la edificación. Los sobre costos que puede haber acá son mínimos. Esto está demostrado, cuando hay un sobre costo en esta temática, en muy pocos años se amortiza con lo que se ahorra el usuario en acondicionamiento del ambiente. No obstante la razón por la cual estos sectores pueden generar una resistencia, tiene que ver con que el usuario no está acostumbrado a evaluar estos aspectos cuando va a comprar o alquilar un inmueble, entonces simplemente se fija en el precio y en otros aspectos. Con lo cual hace que se le preste cero atención, a pesar de que los arquitectos en general reciben en su formación estos aspectos, luego los dejan de lado porque el mercado no se los está pidiendo, entonces termina perjudicando toda la sociedad. Porque obviamente el consumo energético no solamente es un costo para el que vive ahí adentro, además para toda la sociedad implica una mayor contaminación ambiental la necesidad de producir energía que en realidad no es necesariamente consumirla.”
¿Existen en otros lugares normas similares a la ordenanza propuesta?
“A partir de la crisis del petróleo, en el 73´, se empezaron a tomar medidas para mejorar la crisis energética en los países europeos fundamentalmente. Hoy la comunidad europea tiene una normativa que cada cinco años obliga a todos los países miembro a revisar las normas en este sentido, para volverla todavía más estricta, para mejor todavía más la eficiencia térmica de los edificios. Acá estamos muy lejos de eso, pero estamos planteando algunos criterios bastante generales para ir generando una conciencia y acostumbramiento, y a tener en cuenta este aspecto en la construcción.”
¿Cuáles serían los edificios implicados en la ordenanza?
“La ordenanza comprende todos edificios nuevos, excepto algunos casos muy particulares, edificaciones provisorias que se hacen por muy poco tiempo, o templos religiosos, hay algunas excepciones pero son muy pocas. Y también algunas remodelaciones de cierta envergadura. Sabemos que esto por más que se aplicara al pie de la letra va a tardar mucho tiempo en producir un efecto sensible, porque estamos hablando de construir a futuro. Pero tiene una importancia nada menor, porque pensemos que cada edificio que hoy se hace va a tener una vida útil promedio, tirándolo abajo, de 50 años.”
¿Es muy complicada la construcción de estos edificios eficientemente energéticos?
“Todos sabemos que, por ejemplo en verano, aún en días muy calientes, hay lugares, hay edificios, hay recovas donde está fresco. Entonces esto quiere decir que es perfectamente factible construir estos ambientes. Y no hay una tecnología de súper punta, simplemente se trata de que esto que ha sido observado, esos lugares que son frescos, se aplique a la construcción en general.”
¿Cómo se llevará a cabo la reglamentación?
“Los profesionales que tienen que hacer el control, por ejemplo la dirección de obras particulares de la Municipalidad tendrá que hacer una capacitación. Además los detalles de estas planillas son las que van hacer necesarias que se incluyan en la reglamentación. En la propia ordenanza prevemos una comisión para reglamentarlo, no solamente con ejecutivos sino que estén asesoradas por gente de los colegios profesionales. La ordenanza establece un plazo de unos tres o cuatro meses para la reglamentación… El que hace un edificio tiene que demostrar que el proyecto que hace cumple con esas normas, lo demuestra con una planilla donde muestre los cálculos. Eso es lo que debe incluir la reglamentación”
Entrevistado: Alberto Cortes