Frente a las consultas recibidas respecto a la relación entre Taller Ecologista y Los Verdes queremos expresar que nuestra organización es independiente de cualquier partido político.

Nuestro accionar en la política se relaciona con el desarrollo de estudios, actividades, campañas y propuestas dirigidas a impulsar un cambio en nuestra sociedad. En este marco intentamos aportar propuestas al conjunto de las fuerzas progresistas y democráticas.

El devenir de la historia nos ha mostrado la relación intrínseca entre el modelo de desarrollo actual y sus impactos sobre la naturaleza, los territorios y sus poblaciones. La crisis ambiental es parte de una crisis sistémica, por lo que rechazamos las miradas que intentan dar cuenta de estas cuestiones como un problema técnico o apelan a soluciones de mercado como alternativas de resolución.

Si bien no somos miembros de la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE) compartimos la declaración de dicha red que expresa en gran parte nuestra preocupación frente al rol que debería jugar una fuerza política verde.

RENACE, 17 de marzo 2015

Los Verdes y el Pro: una alianza muy coherente vaciada de ecología

Los Verdes aparecen en Europa en la década de los `70 y se desarrollan en los `80, inspirados en el ideario antiautoritario y anticonsumista, alimentándose de los postulados de los movimientos feministas, ecologistas y pacifistas. Llegaron a tener veinte escaños en 1989 en los parlamentos europeos, formando un grupo parlamentario propio en la eurocámara.

Cuando hace aproximadamente treinta años nacen Los Verdes en Alemania, lo hacen con la intención declarada de ser el brazo político de un movimiento social que había surgido con fuerza cuestionando radicalmente a la sociedad europea, sobre todo en los proyectos de desarrollo de energía nuclear, pero iniciando además un camino cuestionador del modelo de desarrollo vigente que resultó un aire fresco para la agotada política europea.

Con distinta suerte la propuesta de un movimiento político partidario verde se fue replicando en otros países y continentes. En distintos países de América Latina surgieron Partidos Verdes que en general abandonaron los planteos y principios de Los Verdes para, con distintos matices, dedicarse a construir alianzas políticas con sectores de las derechas de turno, ocupando así puestos gubernamentales que avalaron las peores políticas imaginables, como por ejemplo, el apoyo a la pena de muerte en México.

Argentina ha sido de los últimos países en los que se han constituido Los Verdes y con un recorrido de apenas 3 años parecen seguir el mismo camino a partir de la incorporación de su presidente Juan Carlos Villalonga al Gobierno de Mauricio Macri en el año 2013 presidiendo la Agencia Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires.
Por ello, no llamó la atención que se anunciara una alianza con el PRO en la Provincia de Santa Fe y “su colaboración en la construcción de una agenda política basada en los principios de la sostenibilidad junto a los equipos técnicos del PRO”.

Desde la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE) manifestamos que esta nueva alianza de Los Verdes con el PRO no tienen nada que ver con los contenidos y los objetivos de la ecología política característica de los partidos verdes que dieron origen al movimiento. Busca, como en otros casos de alianzas con la derecha, incorporar el discurso ecologista tergiversado en sus valores y objetivos para ponerlos al servicio de los peores intereses mercantiles y privatizadores. Con mecanismo vinculado a la sustentabilidad débil como la valoración contingente espuria en dinero de los ciclos ecológicos esenciales, la biodiversidad y el control bilógico de plagas, el ciclo de los nutrientes y del agua; y el riesgo de la apropiación privada de esos bienes y procesos, algunos de los cuales ya estamos observando con la privatización de formas de vida y de genomas.

Nuestros cuestionamientos se basan en los siguientes principios indeclinables para el movimiento ecologista:

– La construcción de una sociedad ecológica sólo podrá darse a partir del cuestionamiento de esta sociedad capitalista y los daños irreparables que está produciendo en los ecosistemas locales y globales.

– El punto partida central es el cuestionamiento al extractivismo brutal con que se expresa en la Argentina con la mega minería, el modelo sojero, la extracción de hidrocarburos o los monocultivos forestales.

– Al mismo tiempo es necesario cuestionar al “mercado” como eje regulador de las relaciones humanas y de producción, así como quitar a las empresas el control de nuestros espacios vitales.

– Entender que los seres humanos somos parte de la naturaleza y necesitamos reconstruir nuestros vínculos para salir de las relaciones de dominación entre nosotros y con los otros seres vivos, construyendo así una sociedad centrada en el bien común y el “Buen Vivir”.

– Finalmente no puede haber ningún tipo de proceso ecosocial que no nazca de una auténtica participación social surgida de las necesidades de nuestras comunidades y no hay manera de que ninguna construcción política se sostenga sin esta base.

Sin lugar a dudas NINGUNO de estos principios son encarnados por el PRO que de manera explícita impulsa el retorno a las políticas neoliberales, al dominio de los intereses corporativos sobre el bien común y a una sociedad donde los derechos humanos quedan subordinados a los intereses del capital. Los principios fundacionales de Los Verdes poco tienen que ver con estos horizontes, especialmente cuando, hace tres años, decían:

“Los partidos políticos tradicionales siguen promoviendo la continuidad de este modelo. La idea de que sólo crecimiento económico solucionará la pobreza en el mundo simplemente no es realista: los niveles de consumo actual demandan la riqueza de 3 planetas y sólo tenemos uno. (…) El poder del mundo financiero, de las transnacionales y de redes criminales de todo tipo se ha potenciado en este nuevo contexto. Todavía hoy, predomina un paradigma de progreso asociado a un crecimiento continuo. (…) Rechazamos el crecimiento sin límites: no es posible en un planeta finito. Este concepto nos diferencia del resto de las ideologías dominantes y es sobre el que se basa la cultura de la sostenibilidad.”

Desde la Red Nacional de Acción Ecologista reinvindicamos nuestro compromiso con la construcción de una sociedad que articule ecológicamente con su entorno, al cual pertenece, de la cual depende y con la cual evoluciona, a partir de una transformación radical y gradual de nuestra sociedad desde la búsqueda de una amplia articulación de movimientos sociales y la real y concreta construcción de una democracia participativa nacida desde las necesidades de cada ecoregión y territorio, y defensora de las identidades y culturas de cada una de ellas.

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