En el marco de un proyecto de la Red IPEN sobre la Situación Nacional del Mercurio y los avances en relación a la ratificación del Convenio de Minamata, Taller Ecologista viajó a Cinco Saltos, Río Negro, a fin de conocer de cerca las nocivas huellas dejadas por la empresa Indupa. Allí, Cecilia Bianco y Gisela Maidana, referentes de las áreas Tóxicos y Residuos, recavaron datos y conversaron con ex trabajadores de Indupa, buscando darle visibilidad a los sitios contaminados con mercurio, en pos de la protección de la salud socioambiental.

La empresa Industrias Patagónicas SAIC, más conocida como INDUPA, se instaló en 1948 en la ciudad de Cinco Saltos, utilizando tecnología -importada de Francia- que ya había sido desechada por obsoleta. Indupa inició las actividades con la producción de Cloro, Hidrógeno, Soda Cáustica, y posteriormente con PVC, monómero de cloruro de vinilo, Hexaclorocicloexano (HCH), entre otros. En la década del '90 se definió el cierre de la planta, excepto en lo referente a la fabricación de PVC, luego Indupa es comprada por Imextrade S.A. y funciona con esta firma hasta la actualidad.

El pasivo ambiental que la empresa dejó por el mal tratamiento de los residuos de mercurio, muestra sus huellas en la actualidad, casi 20 años después de haber dejado de operar. Según estudios científicos internacionales sobre el mercurio, el sistema nervioso es muy sensible a todas sus formas. La exposición a altos niveles puede dañar el cerebro y los riñones, afecta el desarrollo del feto, incluso meses después de la exposición de la madre.

“El metilmercurio y los vapores del mercurio metálico son especialmente nocivos, porque en estas formas llega rápidamente al cerebro (…). Los adultos que han estado expuestos al mercurio tienen síntomas tales como irritabilidad, timidez, temblores, cambios en la visión o la audición y problemas de memoria. La exposición de corto plazo a altos niveles de vapores de  mercurio metálico puede causar efectos tales como daño a los pulmones, náuseas, vómito, diarrea, aumento de la presión sanguínea o del pulso cardíaco, reacciones alérgicas en la piel e irritación en los ojos”, se detalla en  documentos sobre los daños en la salud que produce este metal pesado.

Por todo esto, es que el Convenio de Minamata sobre el Mercurio -Argentina es país signatario del Convenio pero aún no lo ha ratificado- busca expresamente proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones de mercurio.

Las condiciones laborales en Indupa

José Chandía, hoy concejal de la ciudad de Cinco Saltos y ex trabajador de Indupa nos cuenta que tuvo una muy mala experiencia laboral, que las condiciones eran pésimas y que fue testigo de la pérdida de visión de su compañero.

“Estaba por venir a la Planta Castro Madero (presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica durante la última dictadura militar) y querían tener todo pintado. Nos pusimos a pintar y de pronto un compañero me dice: no veo, no veo, veo todo borroso. No veo nada, solo sombras…”, recuerda José. “Ese compañero, que por entonces tenía unos 30 años, quedó con la visión severamente disminuida. Luego fue indemnizado por la empresa”. Ambos trabajaban en el sector de Mantenimiento, en la Sala de Electrólisis, donde se utilizaban celdas con mercurio.

José Chandía fue de los pocos trabajadores que, además de denunciar el vaciamiento de la empresa, pedía que se mejoren las condiciones laborales. No tuvo éxito y en 1988 fue despedido, padeciendo además las críticas en esa pequeña localidad, aún inmersa en el desconocimiento y en la falsa premisa de guardar silencio a costa de conservar un puesto trabajo, defendiendo los intereses empresariales. El despido de Chandía estuvo entre los pasos previos al despido masivo de 1992, cuando la empresa quiebra y se instala definitivamente en Bahía Blanca.

Cuando Indupa decidió abandonar Cinco Saltos, presentó un plan de Normalización Ambiental ante la Nación, que es aprobado mucho después, estando la empresa a cargo de Imextrade, la provincia de Río Negro no tenía ley al respecto.

Organización social, por el medio ambiente

Según nos relatan los ex trabajadores, los escapes de cloro eran frecuentes, así como la falta de un tratamiento seguro y adecuado de los residuos de la planta, como el transporte de residuos con  contenido de mercurio. “Con residuos de la planta que estaban contaminados regaban las calles y rellenaban lotes”, explica Roberto Ocampo, presidente del Concejo Deliberante, quien también recuerda que los efectos de los escapes de cloro eran padecidos por los vecinos de barrios linderos.

María Isabel Hadad, actual Asesora Ambiental del Municipio, tuvo una activa participación en el conflicto de Indupa. Fue quien en el año 2006 impidió la salida de camiones de Imextrade con residuos con contenido de mercurio y con destino incierto. María Isabel comenzó con una acción clave: empezar a socializar y difundir lo más posible toda esta la información, lo que posteriormente condujo a la creación de la Comisión de Vecinos Autoconvocados en Defensa del Medio Ambiente.

A partir de esta organización, comenzaron a realizarse asambleas con la presencia de Nación, Provincia, Municipio, Vecinos y la empresa Imextrade. Las reuniones tuvieron un amplio seguimiento de la prensa que difundieron el tema en toda la región del Alto Valle de Río Negro. La difusión es una herramienta fundamental para todas las luchas, más aún, cuando se trata cuestiones que afectan directamente la salud de la población.

La auditoría ambiental

En 2007 se definió la realización de una Auditoría Ambiental (la adjudicataria de la licitación fue Cooprogetti S. C.), desde entonces se realizaron periódicas presentaciones en torno a los avances de la Auditoría, en formato de talleres, dirigidos a los vecinos. Recién en noviembre de 2014 se presentó a la comunidad de Cinco Saltos, el informe final. Es decir, pasaron 7 años entre el comienzo de la Auditoría y la presentación del informe final a toda la comunidad, respecto de la situación ambiental de la región.

Entre las principales recomendaciones subrayadas en el informe se destacan: la necesidad de “continuar con el monitoreo permanente, dentro de la isla y del relleno de seguridad; monitorear también el correcto funcionamiento de los elementos de impermeabilización y seguridad; analizar los vuelcos a cuerpo receptor, el control de la colocación y conservación de la señalética de prevención y la definición de las limitaciones de uso para las diferentes áreas del predio de Imextrade SA y de las zonas colindantes afectadas en función del comportamiento de la pluma de Hg y organoclorados”.

La auditoría brinda un estado de situación sobre el que hay que seguir trabajando para seguir minimizando los impactos, la ciudad hoy sigue pagando el alto costo de haber acogido durante cinco décadas a una empresa cuyos criterios de producción fueron pura y exclusivamente mercantilistas.

A modo de cierre, cabe la reflexión del actual presidente del Concejo Deliberante, Roberto Ocampo: “Indupa estuvo 50 años y prácticamente dejó esto que dejó, pero no dejó más nada, no hizo ni el asfalto de la calle que usaron durante 50 años, no dejó un plan de viviendas para los empleados, no dejaron nada, sólo se llevaron, se llevaron”.