Mientras la policía habló de la participación de decenas de miles de personas, los organizadores aseguraron que mas de 120.000 ciudadanos se sumaron al acto.

Un amplio dispositivo de trenes especiales y centenares de autobuses permitió a los activistas cumplir su objetivo, con el que protestaron igualmente contra los planes del Gobierno federal que preside la canciller, Angela Merkel, de prolongar la vida de las plantas atómicas en funcionamiento.

"El movimniento antinuclear ha regresado mas colorido y variado que nunca", señaló un portavoz de los organizadores de la protesta, que necesitó de una gran logística para repartir a los manifestantes en 124 puntos del recorrido para que uniesen simultáneamente sus manos.

Un comunicado emitido por los organizadores de la cadena humana destaca que ésta "demuestra que la mayoría de la población desea abandonar la peligrosa energía nuclear. El día de hoy va a desatar una reacción en cadena a nivel federal de protestas y resistencia si el Gobierno federal no cambia su política atómica".

La policía confirmó la formación ininterrumpida de la cadena humana que cruzó una buena parte del septentrional estado federado de Schleswig-Holstein hasta entrar en el centro de Hamburgo, sin que se produjeran incidentes.

Una portavoz policial señaló que unos 400 agentes se encargaron de controlar la protesta, en la que comfirmó la participación de decenas de miles de personas, que provocaron inevitablemente grandes atascos a lo largo de los 120 kilómetros de recorrido.

Al final de la cadena en Hamburgo se unió el presidente del partido de Los Verdes, Cem Özdemir, quien comentó que "como padre de familia también quiero contribuir a que desaparezca lo antes posible una tecnología tan incontrolable" como la nuclear.

En otras localidades como Elmshorn se sumaron también a la manifestación otras destacadas personalidades políticas como el presidente de la oposición socialdemócrata, Sigmar Gabriel, y el también líder verde y ex ministro de Medio Ambiente Jürgen Trittin.

Simultáneamente y en el sur de Alemania, mas de 8.000 personas se sumaron a una manifestación pacífica de protesta a las puertas de la central nuclear de Biblis, la mas antigua en funcionamiento del país, cuyo cierre inmediato exigieron igualmente.

Fuente: www.elmundo.es