El proyecto ya era deficiente desde su diseño: estaba situado en áreas inundables, no contaba una adecuada impermeabilización del suelo, entre otros problemas. A esto se sumó un inadecuado manejo de los residuos e incluso el ingreso de residuos no permitidos. Algunos de los problemas denunciados últimamente son:
- Quemas de residuos: como ejemplo durante el año pasado desde el Taller Ecologista registramos cuatro episodios de quemas de residuos y dos durante este año. La quema de residuos es una práctica que debiera no realizarse dado que es una fuente importante de liberación al ambiente de dioxinas, furanos, HCB y PCB, sustancias conocidas como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) y que causan graves afecciones a la salud, entre ellas el cáncer.
- Vertido de líquidos al arroyo Ludueña, tanto de líquidos lixiviados provenientes de los residuos sólidos como de líquidos cloacales. Esto fue denunciado en varias ocasiones y recientemente, a principios de julio, encontramos que se estaban descargando líquidos cloacales al Ludueña, hecho que fue corroborado por la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia.
Todas estas irregularidades violan diversas normas provinciales, entre ellas: las resoluciones 128/04 y 145/07 de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable y la ley 11220.
Estos problemas no sólo afectan a los vecinos de Pérez, sino que su alcance es más amplio: los COPs liberados en la quema de residuos son ubicuos, es decir que se dispersan por todo el planeta, pudiéndose hallar lejos de los lugares de emisión; el arroyo Ludueña desemboca en el Paraná, aguas arriba de la toma de agua de Rosario.
Los residuos que ingresan al basural provienen mayormente de empresas privadas, por lo que las mismas son responsables en parte por esta situación. Asimismo el Municipio de Pérez tiene una responsabilidad directa al no realizar los controles que corresponde, ni responder a las quejas de los vecinos.
La Secretaría de Ambiente de la Provincia ha autorizado hace poco tiempo la instalación de doce nuevas celdas de residuos sólidos. Resulta preocupante que se continúe avalando a una empresa que ha vulnerado sistemáticamente las normas vigentes.
La ubicación del emprendimiento no parece ser la más adecuada. Como mínimo debiera garantizarse que el basural opere efectivamente como un relleno sanitario manteniendo las condiciones que requiere la legislación vigente, así como se realice un adecuado tratamiento a los residuos líquidos. Pero es necesario tener presente que aún esto constituye una solución transitoria; los municipios deben implementar políticas de gestión de residuos que tiendan a disminuir todo lo posible los residuos que deben ser enviados a disposición final. Ningún municipio de la zona tiene planes en este sentido, y en particular la ciudad de Rosario, a pesar de haber sancionado el año pasado una ordenanza que adopta un plan de Basura Cero, todavía no la ha implementado como corresponde.