Esta madrugada, la situación empeoró y se declaró un nuevo incendio en la unidad 4 causado, posiblemente, por la deficiente refrigeración del combustible nuclear gastado que se almacena sumergido en piscinas. Se informó que las piscinas de la unidad 5 y 6 también tienen problemas de refrigeración. Los reactores nucleares de las unidades 4, 5 y 6 se encontraban apagados y fríos antes de que sucediese el terremoto, por ello todo indica que el incendio fue originado por el combustible gastado, el cuál es altamente radiactivo, propiedad que mantiene durante cientos de miles de años.

Se confirmó que la vasija del reactor de la unidad 2 está dañada. Esto podría dificultar la refrigeración y producir la liberación de vapor radiactivo de forma descontrolada. Mientras, las unidades 1 y 3 siguen refrigerándose con una mezcla de agua del mar y ácido bórico.

Los 50 trabajadores que quedaban en Daiichi (750 ya habían sido evacuados) tuvieron que ser evacuados esta madrugada por los niveles de radiación extremadamente altos a los que estban expuestos y luego volvieron para continuar el trabajo de refrigeración, una vez que los niveles descendieron.

Las dosis de radiación que se midió  esta madrugada cerca de la unidad 4 alcanzó en algunos momentos los 400 y 1000 milisieverts/hora (mSv/h). Esto son niveles miles de veces superiores a la dosis máxima legal que puede recibir una persona que es de 1mS/año para el público general y de 20mS/año para los trabajadores de las centrales nucleares. Esto está así establecido, también para el público, porque todas las centrales nucleares liberan radiación en forma de gases y líquidos que vierten al medio ambiente durante su funcionamiento normal.

Fuente: Greenpeace Argentina