“Reemplazar las actuales bolsas descartables por otras igualmente descartables o de corta duración no resuelve ningún problema. Al contrario en algunos casos como en ciertas bolsas biodegradables o en las de papel, un reemplazo en esa dirección provocaría impactos mayores por ejemplo en términos del consumo energético o del cambio climático”, afirmaron sus autores.
La clave para entender estas afirmaciones es analizar los impactos de las bolsas no sólo como residuos, sino de manera más amplia, a lo largo de toda la cadena de producción, desde la extracción de materias primas, transporte, procesamiento en fábricas, hasta su descarte. El informe se basa en trabajos que utilizan esta perspectiva utilizando la metodología de análisis de ciclo de vida.
A comienzos de año la organización, en conjunto con el Concejal Alberto Cortés, presentó un proyecto de prohibición paulatina de la entrega de bolsas de un solo uso proponiendo su reemplazo por el “bolso de los mandados”.
“Varios proyectos presentados en el Concejo plantean la sustitución por otro tipo de bolsas que siguen manteniendo la lógica de lo descartable. Avanzar en esta dirección sería un error. Sabemos que no es fácil cambiar nuestra cultura que en los últimos años se ha vuelto altamente consumista, pero en algún momento hay que empezar a dar pasos en ese sentido”, finalizaron desde la organización.