Luego de tres años de negociaciones sobre el Tratado Global de Plásticos, el mundo espera que los líderes mundiales acuerden un tratado adecuado a los objetivos, en la próxima ronda -INC5.2- a celebrarse entre el 5 al 14 de agosto en Ginebra (Suiza). El plástico no es una elección, es una imposición en nuestra vida cotidiana, que tiene efectos nocivos para el clima, la biodiversidad, la salud humana, los derechos humanos y la capacidad del planeta para albergar y sustentar la vida. Sin una reducción significativa de la producción de plásticos, el daño causado por estos materiales no hará más que intensificarse.
Solo un acuerdo internacional jurídicamente vinculante basado en los elementos clave que se indican a continuación logrará poner fin a la contaminación por plásticos a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta su eliminación.
El mundo necesita un tratado ambicioso que pueda salvaguardar eficazmente los derechos y la salud de las personas, proteger a las comunidades y preservar el planeta.
Compartimos el Manifiesto “Por un futuro libre de contaminación plástica”, del cual somos signatarios como organización parte del movimiento “Break Free From Plastic”, exigimos un tratado que recupere nuestro derecho a un medio ambiente saludable.