Declaración de las organizaciones de la Comisión de Seguimiento
Desde las organizaciones que integramos la Comisión de Seguimiento de la Ordenanza de Basura Cero queremos manifestar nuestra gran preocupación por el rotundo incumplimiento en que ha incurrido la Municipalidad de Rosario.
Nos referimos en primer lugar al incumplimiento total de las metas que dicha ordenanza había fijado. Luego de su aprobación en noviembre de 2008 se suponía que la Municipalidad debía instrumentar una serie de medidas para paulatinamente reducir la basura enterrada en el relleno sanitario.
Nada de esto ocurrió. Al contrario: año tras año la basura enterrada ha ido en aumento. A tal punto que en 2011 la Municipalidad batió su propio récord enviando más basura al relleno que en cualquiera de los años anteriores. Entre 2008 y 2011 la basura enviada al relleno aumentó un 24% pasando de 230.000 toneladas anuales a 285.000. La disposición en el relleno de estas miles de toneladas de basura genera un costo para la ciudad de más de $100.000 por día.
Por más que la Municipalidad intente dar explicaciones y convencernos de todo lo que supuestamente ha hecho, la realidad es indiscutible: no están cumpliendo, no están haciendo lo que deberían hacer, no están respetando lo que el Concejo Municipal aprobó. Ni siquiera hay una tendencia de reducción, aunque sea mínima. Sino un constante aumento año tras año de la basura enterrada.
Los programas de separación siguen recolectando cantidades ínfimas de materiales reciclables. Entre sus distintas modalidades se recolectan apenas entre 3 y 4 toneladas por día. Mientras, cada día se entierran en el relleno sanitario ubicado en Ricardone 800 toneladas de basura. Son los recuperadores informales quienes principalmente contribuyen a disminuir los residuos que se llevan a enterrar.
En estos dos años de participación en la Comisión de Seguimiento hemos intentado hacer numerosas críticas y recomendaciones con el espíritu de que realmente la ordenanza se pueda implementar. Lamentablemente prácticamente nada de lo que con esfuerzo hemos aportado ha sido tomado por el Municipio. Las decisiones importantes en general ya estaban tomadas y hubo muy poca apertura para considerar las sugerencias realizadas.
Probablemente haya que preguntarse si realmente la Municipalidad de Rosario tiene la intención de cumplir con la ordenanza. La prioridad de la gestión municipal desde hace años es la higiene urbana, pero la separación de residuos, el reciclaje y la minimización siempre han quedado en un lugar marginal.
Hace ya 18 años que existen experiencias de separación de residuos en nuestra ciudad. Si a esta altura no se han jerarquizado, parece evidente que es porque no hay una decisión política real de avanzar en esto. Ninguna gestión puede echarle la culpa a la anterior, ya que todas correspondieron al mismo partido.
Ahora, estamos escuchando nuevas promesas sobre los proyectos que supuestamente lograrán revertir la situación. Sería un ejercicio interesante enumerar las promesas hechas en años anteriores que auguraban una ciudad más sustentable.
Mientras la Municipalidad no haga una seria y sincera autocrítica sobre los errores cometidos y sobre todo lo que no se ha hecho, estas nuevas promesas resultarán poco creíbles.
Cumplir con la ordenanza de Basura Cero permitiría para nuestra ciudad recuperar muchos materiales de valor, generar empleos y aumentar el compromiso ciudadano. Pero hoy, los principales perjudicados de que nada cambie son quienes viven cerca del relleno sanitario.
Cada día 800 toneladas de basura se transportan y se acumulan en el relleno de Ricardone. Son sus habitantes y los de las localidades cercanas, quienes sufren los olores, las moscas y los diversos problemas que esto genera.
Hoy, los rellenos del área metropolitana de Buenos Aires están colapsados. Para el año que viene no se sabe adónde se enviarán las miles de toneladas diarias de basura que se producen.
No queremos este futuro para nosotros. En nuestra ciudad, si no hay un cambio, tarde o temprano, nos encontraremos ante dilemas similares. Esperamos que la Municipalidad reaccione a tiempo. Esperamos que la Intendenta y sus funcionarios entiendan que seguir haciendo las cosas de la misma manera no es una opción.