En ese sentido, la ingeniera Elba Stancich, del Taller Ecologista de la ciudad argentina de Rosario, considerada una de las principales estudiosas del proyecto de la hidrovía, señaló que el problema no está en la navegación sino en la escala de la misma. “Son enormes los volúmenes a transportar y, por lo tanto, también son importantes el tamaño y la frecuencia de la navegación. Como el río en sí mismo es muy caudaloso, muy grande, pareciera que podemos hacer cualquier cosa y que esto no va a traer consecuencias. Sin embargo, sabemos que no eso no es así”, advirtió.

Esta aseveración la hizo la ingeniera Stancich durante el quinto Taller sobre Instituciones Financieras Internacionales e Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA).

Según la ecologista argentina, hay zonas del río Paraguay, por ejemplo, que son muy delicadas; muy cerca del Pantanal, algunos expertos dicen que para que el ecosistema pueda soportar la navegación tendría que estar pasando solo un tren de barcazas por semana, de manera tal que la naturaleza pueda restablecer todo lo que es el ecosistema acuático sin que la navegación lo afecte. Pero con la carga que hay proyectada por día, podrían estar pasando ocho o más trenes de 20 barcazas cada uno.

Instalación de una política de Estado

Stancich expresó su preocupación sobre el impacto en la pesca, en la calidad del agua, en los sedimentos, en “la selva en galería que hoy sigue siendo afectada por la navegación en tramos del río Paraguay en el Pantanal”.

Por su parte, una fuente local relacionada con el transporte fluvial expresó que “todo esto debiera el Gobierno tener en cuenta para instalar una política que tenga previsto el incremento sostenido del uso de la hidrovía”.

Algunos ecologistas señalan, por otra parte, que el programa prevé el derrocamiento en ciertos pasos, es decir, volar lechos rocosos para dar mayor calado al río, con lo que se afectaría a la vía hídrica, los humedales y el ambiente alrededor de la misma.

La fuente local consultada al respecto manifestó que un proyecto de dragado a fondo implicará solamente mover el sedimento acumulado. “El programa de la hidrovía no pretende enderezar el río, que mantendrá su sinuosidad y los pasos con fondo de piedra regularán las intervenciones físicas”, según aclaró.

Por otra parte, las empresas navieras han tomado medidas de seguridad en las embarcaciones para evitar la eventual contaminación del río con el derrame de los productos que transportan. Por ejemplo, las naves que acarrean combustible tienen hoy un casco doble para impedir posibles filtraciones que ensucien las aguas.