Para el especialista, Rosario debería aprovechar la época de expansión inmobiliaria para pensar cómo sustituir las energías que producen calentamiento global.
Según Bertinat, no existe un estudio sobre la demanda de la ciudad en materia energética (demanda de electricidad, gas y combustibles líquidos) y por lo tanto es difícil realizar un balance. Pero señala que pensar en el tema frente a una demanda puntual "es una lógica equivocada y hay que pensar otros modelos".

En la construcción.El tema, según el especialista, no sólo involucra las fuentes de energía a usar sino también los modelos de construcción: la calidad de los materiales, el uso de aireaciones y aislantes impactan en el consumo de energía.

"Si hay menos aire y menos luz en la ciudad, seguramente va a tener más necesidad de energía. Se podría pensar otras normas constructivas que garanticen el acceso a la luz y el aire. Cuando se hicieron los códigos urbanos estas cosas no se tuvieron en cuenta. Somos un país que depende de energías que producen calentamiento global, por eso debemos pensar cómo sustituirlas. Se podrían incorporar energías renovables, como la energía solar", explicó.

De acuerdo con el especialista, muy pocas ciudades del país están incluyendo la cuestión ambiental a su agenda. "La idea es que la planificación energética se incorpore transversalmente a todas las políticas urbanas. Se está desaprovechando el desarrollo inmobiliario para hacer algo diferente. Estos proyectos energéticos deben iniciarse en el momento de crecimiento", concluyó.

Fuente: La Capital