La provincia de Santa Fe cuenta con importantes humedales, siendo los más extensos los asociados con el Río Paraná y los Bajos Submeridionales, que constituyen uno de los humedales de mayor importancia de la ecorregión chaqueña. Actualmente, las obras de canalización realizadas en los Bajos, tanto por el Estado como por particulares para paliar las inundaciones y favorecer el desarrollo de actividades productivas, está amenazando el funcionamiento integral del ecosistema y, paradójicamente, la producción local y la forma de vida de los pobladores locales, intensificando gravemente la pérdida de agua en los períodos secos.
En este sentido, la presión sobre estos ecosistemas se ha multiplicado durante los últimos años. El río Paraná recibe la descarga de líquidos cloacales sin tratar, los desagües del cordón industrial, los efluentes agrícolas y los derrames intermitentes pero continuos que aporta la navegación. El río Carcarañá, que nace en la provincia de Córdoba, atraviesa Santa Fe y desemboca en el Paraná a través del río Coronda, se enfrenta actualmente a la propuesta de hacerlo navegable para el transporte de granos y oleaginosas, lo que implicaría pérdidas y alteraciones en su biodiversidad, pudiendo incrementar las inundaciones en la porción inferior de su cuenca.
Santa Fe cuenta con dos sitios Ramsar (humedales considerados de importancia internacional): Jaaukanigas (gente del agua) fue declarado sitio Ramsar en el año 2001, cuenta con una superficie total de 492.000 hectáreas, y está ubicado en la zona de islas y costas del Departamento General Obligado. El otro es el humedal laguna Melincué, que fue declarado en 2008, cuenta con una superficie de 92.000 hectáreas, y está ubicado en el Departamento General López. Jaaukanigas contiene una muestra representativa del bioma llamado Delta e Islas del Paraná, caracterizado por el tipo de vegetación de bosques y selvas en galería. Es una de las porciones de este bioma mejor conservadas en la provincia. La laguna Melincué y su cuenca representan uno de los sistemas lénticos salinos de mayor importancia de la provincia de Santa Fe.
Aunque la provincia tiene buenos ejemplos de gestión de humedales, la intensidad de su actividad agrícola ganadera y la operación portuaria ligada a este modelo productivo, continúan siendo una amenaza permanente sobre los mismos. Los humedales constituyen una importante fuente de recursos, entre ellos el principal es el agua, y a partir de ella se desarrollan innumerables bienes y servicios que posibilitan el desarrollo de actividades productivas, extractivas y de esparcimiento, entre otras. Una provincia despareja respecto de la disponibilidad de agua dulce, requiere una máxima atención orientada a su protección, y esto significa afrontar un manejo adecuado de sus cuencas, de manera coordinada con otras provincias, en el que se establezcan pautas a las actividades productivas, de tal modo que sean compatibles con el mantenimiento de estos ecosistemas. No se trata de un lugar común, sino de una verdad fáctica: nuestra vida depende del agua.
Este mismo sábado 2, a partir de las 17, Taller Ecologista brindará una charla sobre humedales en el marco del encuentro que organiza el movimiento El Paraná No se Toca, que festeja su primer año de existencia. La actividad, abierta al público, se realizará en la Biblioteca del Paraná (calle España y el río, Rosario), y contará además con exposiciones de Fundación Mbiguá (Entre Ríos), Los Verdes y El Paraná No se Toca, además de la participación de intérpretes y grupos musicales, y actividades plásticas para niños y adultos.