Esta empresa funcionaba dentro del ejido urbano, a solo 300 metros de las escuelas más concurridas de la ciudad. Fabricaba pigmentos a base de Plomo, Cromo, Arsénico y otros contaminantes muy peligrosos para el sector donde estaba ubicada. Además de contar con tecnología muy antigua, se veía la falta de seguridad e higiene para sus empleados y la despreocupación por el medio ambiente.

Luego de la larga lucha, las denuncias públicas y de soportar represarías por parte del gobierno local, los vecinos logramos que la secretaría de medio ambiente de la provincia realice las inspecciones y basándose en en la denuncia acompañada de un plano donde marcábamos puntualmente los sectores más contaminados, dieron como resultado la clausura de la empresa. En la inspección se tomaron muestras y se constató la indebida acumulación de materiales muy peligrosos para el medio ambiente dentro la empresa.

En los análisis realizados de las muestras tomadas se encontraron valores muy altos de plomo, cromo, antimonio y sumado a la indebida acumulación de los materiales peligrosos dieron como resultado la resolución por la cual queda clausurada American Colors.

La secretaría exige a la empresa realizar otros estudios para determinar el grado de contaminación del suelo y las aguas subterráneas como así también de un sector donde la empresa tapó un pozo donde arrojaban residuos peligrosos con una loza de hormigón. Acá queda demostrado con que impunidad y el total desprecio a la vida que trabajaba esta empresa en la ciudad. No olvidemos a los operarios enfermos que comentaban en las condiciones que los hacían trabajar: Sin mascaras, sin guantes apropiados y obligados a realizar tareas peligrosas para su salud.

Se exige, también, que la empresa realice la remediación del suelo contaminado como así también de todos los residuos que se almacenan en forma riesgosa al medio ambiente.

American Colors fue clausurado por la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe después de constatar los elevadísimos niveles de contaminación existentes en el predio, en el suelo, en el agua subterránea, etc. Los muy pocos operarios que quedaban en ese lugar fueron reubicados y algunos aceptaron retiros voluntarios. Ninguno quedó sin trabajo, o sin cobrar una suma importante de dinero para aceptar el retiro.

Cumplidos dos de los tres objetivos planteados, los vecinos siguen luchando por el tercer objetivo que este viejo sector de pigmentos no pase a ninguna otra tarea industrial sino que, al estar en pleno centro de la ciudad y sobre la barranca del río, sea pasada a propiedad municipal, y convertida en un espacio verde público como plaza abierta, con árboles y comodidades para disfrutar de un balcón al Río. Además de una necesidad anhelada por los puertenses, sería histórico recuperar aunque sea estos ciento cincuenta metros junto al río en la zona centro de la ciudad.

"Hay varios factores a favor del pedido" aclaran: la empresa tiene importantes deudas impositivas con Provincia y Municipio. El camino de Sirga descuenta metros. El terreno debe ser "remediado" por la empresa (descontaminado). Lo edificado allí no tiene valor ni utilidad, por su nivel de contaminación debe ser demolido como parte de la remediación del predio. Todo esto hace que baje el valor de una posible expropiación, porque también la "Deuda Ambiental" de la empresa es cuantiosa, y debe afrontarla.

Fuente: Ecos de la Sociedad y Nueva Región