En el marco del conjunto de acciones y reclamos que venimos llevando adelante desde hace ocho meses, solicitamos formalmente la intervención urgente del Relator Especial sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente de Naciones Unidas, ante la crisis socioambiental reinante en el país. El pedido fue realizado a través de una nota enviada el 27 de agosto por parte de las organizaciones Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Fundación Cauce, Taller Ecologista y Casa Río.

Entre los argumentos de la extensa y detallada nota se contextualiza sobre la ocurrencia anual de “incontables incendios a lo largo de diversas ecorregiones del país, incluyendo ecosistemas de humedal, pastizal y bosques. Algunos pocos son de origen natural, pero la inmensa mayoría son consecuencia directa de la imprudencia y especialmente de la intencionalidad para dar otro uso a las tierras afectadas”.

Se destaca especialmente que este año “una severa sequía, sumada a una bajante extraordinaria del río Paraná -parte integral de la cuenca del Plata- viene afectando de manera implacable al Delta del Paraná. Esta región -que constituye el mayor sistema de humedales de la Argentina y que alcanza a las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe- alberga una gran diversidad biológica y cultural, cumpliendo múltiples -y varias irreparables- funciones ecológicas”.

Hoy la situación es sumamente grave, pese a las órdenes judiciales, los incendios en el Delta persisten y se agravaban. “Después de ocho meses de grandes quemas la inacción gubernamental, a todos los niveles, ya es desesperante. Inacción que se trasunta en la falta de cooperación, provisión de información completa y toma de decisiones institucionalizada y participada. A esta altura, la disposición de recursos económicos y personal para apagar incendios resulta en ocasiones deficiente”.

La sequía extrema también alcanza a provincias del centro y norte argentino, como las de Córdoba, Chaco, Formosa, Tucumán, Corrientes, Santiago del Estero, Misiones, entre otras. Ello, combinado con el inicio de la temporada de fuertes vientos, configura un escenario que propicia el avance de incendios forestales iniciados intencionalmente, alcanzando decenas de miles de hectáreas, en jurisdicciones en las que aún se mantienen en pie grandes extensiones de bosques nativos; o bien, provincias que han perdido una parte importante de su masa boscosa como es el caso de Córdoba en la cual la situación a la fecha de la presente nota es gravísima, con incendios fuera de control y claramente direccionados. Cada hectárea de bosque cordobés devorada por los incendios es una pérdida irreparable.

“Sólo con una decisión y compromiso firme de las autoridades, a todos los niveles y a lo largo de todos los Poderes del Estado, de fortalecer la actualmente débil institucionalidad ambiental será posible alcanzar soluciones factibles a estas problemáticas. Si las autoridades no son capaces de demostrar real voluntad política de querer hacerlo, la historia lamentablemente se seguirá repitiendo y quemar, destruir ecosistemas, seguirá siendo un negocio (para pocos)”, se señala en la contundente nota.

En el párrafo final se requiere formalmente la intervención del Relator y su apoyo a la lucha: “Hemos hecho en los últimos meses, y seguimos haciendo cada día en articulación con diversidad de grupos y personas, toda una serie de esfuerzos en diversos planos, y advertimos ahora como un paso necesario el requerirle formalmente a su persona que intervenga con suma urgencia ante esta crisis socioambiental reinante en Argentina, en apoyo a la lucha de años de la sociedad civil por la sanción de una Ley Nacional de Humedales y una efectiva implementación de la Ley de Bosques Nativos, entre otra legislación socioambiental, así como por la salvaguarda de los derechos de pueblos originarios y comunidades locales, tradicionales e isleñas, y en general de toda la ciudadanía argentina”.

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*Foto: Eduardo Bodiño