El extremo norte de la Isla de los Mástiles, “Punta Armado”, uno de los espacios naturales más emblemáticos y visitados de la región, corre riesgo de perder su carácter público. El municipio de Capitán Bermúdez, que NO ES PROPIETARIO de las tierras, pretende ceder mediante un contrato precario la explotación comercial del sector a un empresario con antecedentes cuestionables en gestión territorial y ambiental, a cambio de un irrisorio canon mensual de 500.000 pesos. Desde la Intersectorial Isla de Los Mástiles exigimos transparencia y participación ciudadana en toda decisión que involucre el destino de dicho territorio, el cual es parte esencial del sistema de humedales del Paraná Medio, cumple funciones ecológicas irremplazables y pertenece a toda la sociedad santafesina.

Una vez más, el intendente de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli, y su equipo de gobierno se muestran reacios a establecer un trabajo articulado con la Universidad Nacional de Rosario y las organizaciones ambientales que, desde 2021, impulsan la elaboración del Plan de Manejo para incorporar la Isla de los Mástiles al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas. Esta decisión implica un grave retroceso en materia de protección del patrimonio natural y en el derecho ciudadano al uso público de los bienes comunes.

Pese a los numerosos intentos de diálogo, el municipio ha desoído las propuestas de construcción colectiva de un ordenamiento territorial que priorice la colaboración y la preservación de la biodiversidad que la isla generosamente ofrece a toda la región litoraleña.

Cabe recordar que la totalidad de la Isla de los Mástiles pertenece al dominio fiscal de la Provincia de Santa Fe, y que el municipio de Capitán Bermúdez sólo administra, por comodato, la mitad norte del territorio. Sin embargo, esa administración ha sido prácticamente nula en términos de gestión ambiental y territorial, ya que el municipio no participa del equipo interinstitucional de ordenamiento conformado por la Provincia, propietaria de las tierras, el municipio de Granadero Baigorria, que gestiona la mitad sur de la isla, la Universidad Nacional de Rosario, responsable del Plan de Manejo, y las organizaciones ambientales que impulsaron este trabajo colectivo.

Asimismo, es importante destacar que el municipio no está ejerciendo ningún tipo de control ni regulación sobre las ocupaciones humanas existentes en la isla. Una de ellas corresponde a una familia tradicional de hábitos isleños y ribereños, que podría verse gravemente afectada por la instalación del parador debido a su cercanía. La otra, en cambio, constituye una ocupación ilegal, donde una familia hace uso exclusivo y privado del territorio como casa de fin de semana y para actividades ganaderas. Esta falta de regulación y gestión demuestra, una vez más, la incapacidad y el desinterés del municipio por administrar de forma adecuada el territorio.

Capitán Bermúdez no solo desconoce el valor ambiental y ecológico de la Isla de los Mástiles, por su condición de humedal, espacio verde y pulmón natural del litoral, sino también por su importancia social como espacio público y recreativo ribereño. Como es sabido, la Isla de los Mástiles es la única porción insular perteneciente a la Provincia de Santa Fe, y recibe diariamente a miles de habitantes del Departamento Rosario que encuentran allí un lugar de disfrute al aire libre. Es, además, una de las pocas islas públicas de la zona a las que puede accederse libremente, sin pagar, lo que refuerza su valor como bien común. Resulta, por tanto, sumamente irresponsable restringir el acceso a una playa emblemática que forma parte del patrimonio natural y cultural de toda la región.

Mientras municipios vecinos como Rosario, Victoria y Granadero Baigorria, con sus aciertos y desaciertos, intentan resguardar los ecosistemas isleños, Capitán Bermúdez continúa mostrando desinterés por la protección ambiental. Se trata de apenas 450 hectáreas de humedal, una superficie perfectamente manejable desde el punto de vista ambiental, que el municipio renuncia a preservar. De este modo, desaprovecha la oportunidad de convertirse en un ejemplo regional de gestión responsable y de comenzar a asumir con seriedad el pasivo ambiental que aún pesa sobre su territorio continental.

Las organizaciones ambientales exigimos transparencia y participación ciudadana en toda decisión que involucre el destino de la Isla de los Mástiles. Este territorio es parte esencial del sistema de humedales del Paraná Medio, cumple funciones ecológicas irremplazables y pertenece a toda la sociedad santafesina. Privatizarlo o degradarlo sería renunciar a una oportunidad histórica de conservación y reparación ambiental para Capitán Bermúdez.

Frente a esta situación, exigimos también a las autoridades competentes de la Provincia de Santa Fe, en particular al ministro de Ambiente y Cambio Climático, Enrique Estévez, y al ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, que intervengan con mayor decisión e ímpetu, garantizando el cumplimiento de su rol como autoridad titular del territorio y asegurando la protección efectiva del humedal.

Intersectorial Isla de los Mástiles