Desde la ONG, que produjo el capítulo sobre Argentina de este informe internacional, destacaron que “El plomo en pintura constituye una preocupación para la salud, sobre todo para los niños. El retraso mental ocasionado por plomo en edades tempranas, está entre la lista de enfermedades reconocidas por la Organización Mundial de la Salud”.
“Las pinturas con plomo de uso en el hogar se siguen produciendo, vendiendo y utilizando ampliamente en países en vías de desarrollo a pesar de que la mayoría de los países de alto nivel de industrialización las prohibieron para uso doméstico hace más de 40 años. Los efectos de este metal tóxico en la salud generalmente son irreversibles y su impacto puede perdurar a lo largo de toda la vida”, señala Cecilia Bianco, coordinadora del área Tóxicos de Taller Ecologista, dando contexto a una problemática poco visibilizada.
A través del informe que se presentará el miércoles 4 de octubre a las 19hs. en el espacio cultural Gran Reactor (Moreno 477, Rosario), se ofrecen datos actuales sobre el contenido de plomo total de las pinturas a base de solventes para uso doméstico, disponibles hoy en día en el mercado en Argentina.
En el Informe también se incluyen antecedentes sobre la razón por la cual el uso de pinturas de plomo constituye una grave preocupación para la salud, y se proponen acciones a realizar por diversos actores para proteger a la niñez y demás personas contra sus efectos.
“Además realizamos una revisión de los marcos normativos nacionales existentes que prohíben o restringen la fabricación, importación, exportación, distribución, venta y utilización de pintura con plomo, y ofrecemos argumentos para hacer cumplir mayores controles reglamentarios en Argentina”, señaló la Dra. Sívori, recordando que la actividad se realiza en el marco de la “Semana Internacional de Prevención de Envenenamiento por Plomo”.
Sobre el informe
De julio a septiembre de 2016, Taller Ecologista adquirió 42 latas de pintura a base de solventes para uso doméstico, en establecimientos comerciales de Rosario, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las pinturas adquiridas representaban 15 marcas diferentes producidas por 13 fabricantes. Para garantizar la confiabilidad de los resultados de las pruebas, el contenido total de plomo de todas las pinturas fue analizado por un laboratorio acreditado de EEUU que participa en el programa de Pruebas Analíticas de Competencia en Entornos con Plomo, operado por la Asociación Americana de Higiene Industrial.
“En general, las etiquetas de las latas de pintura no incluían información significativa sobre el contenido de plomo ni de los riesgos del uso de pinturas con dicho metal. Sólo 6 de las 42 pinturas (14 por ciento) proporcionaban datos sobre la ausencia de plomo en las etiquetas y la mayoría de las pinturas presentaban información escasa sobre los ingredientes de las mismas”, explicaron los encargados de la investigación.
El estudio analítico que proporcionó los datos del informe se realizó como parte de la Campaña Mundial de Eliminación de Pinturas con Plomo del IPEN. La red IPEN está compuesta por más de 500 organizaciones participantes en 116 países, principalmente países en desarrollo y en transición. IPEN y las organizaciones participantes pretenden eliminar la pintura con plomo para el año 2020 a fin de proteger la salud infantil.

Metal pesado y tóxico
El plomo es un metal tóxico que ocasiona efectos adversos tanto en la salud humana como en el medio ambiente. Si bien la exposición a dicho metal afecta a los adultos, los niños sufren daños aún en presencia de cantidades mucho más pequeñas.
“La pintura con plomo constituye una fuente importante de exposición infantil a dicho metal. Las evidencias de disminución en la inteligencia debido a la exposición temprana al plomo, han llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a incluir el “retraso mental ocasionado por plomo” en su lista de enfermedades reconocidas. Asimismo, la OMS lista el padecimiento entre las 10 enfermedades más importantes cuya carga a la salud infantil se debe a factores ambientales modificables”, destacan en el informe.