A través de un innovador estudio, donde se analizaron los efectos de químicos tóxicos de algunos juguetes de plástico en células humanas, se demostró que aquellos fabricados con ciertos plásticos reciclados son nocivos para las personas y lxs niñxs en particular. En el análisis se incluyeron juguetes importados a la Argentina y Taller Ecologista participó de la investigación. Es el primer estudio que establece los efectos tóxicos de los juguetes de plástico reciclado en las células humanas. Es necesaria una acción inmediata para cambiar los sistemas de reciclaje globales y así evitar que el contenido peligroso ingrese en la cadena de reciclaje.

Taller Ecologista participó de la investigación donde se analizaron juguetes y componentes de juguetes hechos de plástico negro que fueron comprados tanto en Argentina como en Alemania, la República Checa, India, Nigeria y en Portugal. El plástico negro a menudo se genera a partir de plásticos de desechos electrónicos altamente tóxicos que contienen retardantes de llama bromados, que son sustancias químicas tóxicas. Los investigadores encontraron niveles peligrosamente altos de retardantes de llama y dioxina en los juguetes analizados, en concentraciones comparables a los desechos peligrosos, como las cenizas de los hornos incineradores.

Un equipo de investigadores de la ONG checa Arnika, del laboratorio BioDetection Systems y de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN) -de la cual forma parte Taller Ecologista- determinó que los juguetes hechos de plástico negro, que a menudo se fabrican con plásticos de desechos electrónicos reciclados y tienen productos químicos ignífugos, son tóxicos para las células humanas. Asimismo, el estudio revela que lxs niñxs que se llevan a la boca los juguetes fabricados con este plástico corren el riesgo de padecer los efectos peligrosos para la salud de este material tóxico.

Los investigadores examinaron cómo los plásticos analizados impactan en las células humanas vivas en laboratorio y así pudieron determinar la toxicidad para los humanos. Identificaron una alta actividad de dioxina en las muestras celulares y concluyeron que morder y llevarse a la boca juguetes similares, aumentaría significativamente la exposición diaria a dioxinas de lxs niñxs.

Los recientes hallazgos son graves y generan gran preocupación, poniendo en evidencia una falla peligrosa en el modelo de economía circular que busca reducir el desperdicio de plástico mediante su mayor reciclaje. Los sistemas de reciclaje actuales permiten que los plásticos con productos químicos ignífugos y dioxinas se pongan en la corriente de reciclaje, lo que da como resultado productos peligrosamente contaminados hechos de estos plásticos reciclados, como los juguetes de muestra en este estudio.

Cumplimiento del Convenio de Estocolmo Taller Ecologista participó de esta investigación porque promueve el cumplimiento del Convenio de Estocolmo. El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) es un Tratado Multilateral Ambiental que busca proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los contaminantes orgánicos persistentes. Argentina está entre los países latinoamericanos signatarios del Convenio, y por tanto, del cumplimiento de los acuerdos establecidos en este marco internacional.

Los COPs son sustancias químicas tóxicas que afectan gravemente a la salud, pueden ser desplazadas por lluvias, vientos y así impactar en lugares distantes de su lugar de generación. Es vital cerrar las fronteras a productos que tengan sustancias químicas tóxicas como los éteres de polibromodifenilo (PBDE) y prohibir su reciclaje local.

Las dioxinas son consideradas como uno de los químicos más tóxicos del mundo y son sumamente nocivas, incluso en cantidades mínimas. Los niveles de preocupación para las dioxinas, que comienzan con unas pocas décimas de picogramo (billonésima parte de un gramo) por gramo, alcanzaron miles de picogramos por gramo en algunas de las muestras examinadas. Las dioxinas bromadas son sustancias químicas altamente peligrosas que se sabe afectan el desarrollo del cerebro, dañan el sistema inmunitario, aumentan el riesgo de cáncer y la interrupción de la función tiroidea. Se forman involuntariamente durante la producción de retardantes de llama bromados.

Cuando los plásticos con retardantes de llama bromados se reciclan y se calientan para formar nuevos productos plásticos, se forman dioxinas bromadas y cloradas adicionales. Si bien no están prohibidas a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud reconoce que las dioxinas bromadas son tan tóxicas como las dioxinas cloradas estrechamente relacionadas. Lxs expertxs abogan por una regulación más estricta de las dioxinas bromadas.

Las voces de expertxs en la temática

El experto en salud Dr. R. Thomas Zoeller, profesor de biología de la Universidad de Massachusetts, Amherst, que no tiene vínculos con el estudio, señala la seriedad con que deben tomarse a los químicos que causan cáncer encontrados en los juguetes analizados. “Estamos rodeados de plásticos, especialmente en los juguetes, y los productos químicos utilizados para fabricar plástico no siempre se conocen, especialmente si el plástico se recicla. Este es un estudio muy importante que no solo realizó el arduo trabajo del análisis químico, sino que también utilizó un nuevo tipo de análisis que nos ayudaría a determinar la toxicidad general del plástico. Lo que encontraron es que el plástico negro a veces contiene altos niveles de químicos que causan cáncer. Ningún padre quiere exponer a su hijx a tóxicos”.

Los investigadores piden una acción inmediata para cambiar los sistemas de reciclaje globales para evitar que el contenido químico peligroso ingrese en la cadena de reciclaje.

“Nuestras metodologías de última generación, que utilizaron células humanas y de mamíferos, así como análisis químicos para evaluar los impactos tóxicos de los plásticos en este estudio, aumentan el conocimiento científico sobre cómo los químicos tóxicos en los plásticos pueden afectar la salud humana. Estos hallazgos indican que en muchos productos fabricados con plástico negro reciclado, que originalmente contienen retardantes de llama bromados (como los PBDE), cabe esperarse que aparezcan compuestos similares a las dioxinas bromadas que son altamente tóxicas y que deben ser monitoreadas y prevenidas con urgencia “, señaló el Dr. Peter A. Behnisch, Director de BioDetection Services, el laboratorio con sede en Amsterdam, donde se realizó el análisis.

Los expertos en química coinciden en que el estudio profundiza las preocupaciones sobre la seguridad de los plásticos reciclados y exhortan a los productores y reguladores de plásticos a mantener los plásticos tóxicos fuera del reciclaje.

En este sentido, Jindrich Petrlik, Director Ejecutivo de Arnika, asesor de IPEN y científico principal del proyecto, manifestó: “Este estudio demuestra que nuestro sistema actual permite que los materiales peligrosos se moldeen en juguetes. Los controles más estrictos para mantener los COPs fuera de los bienes de consumo son un imperativo moral. Debemos detener el reciclaje de desechos electrónicos y plásticos con retardantes de llama y establecer límites suficientemente estrictos para los COPs en los desechos. De lo contrario, estamos ante una economía circular tóxica ”.

Por su parte, Leslie Adogame, Directora Ejecutiva de Investigación Sostenible y Acción para el Desarrollo Ambiental (SRADev Nigeria), cuya organización participó en el muestreo inicial del producto, enfatizó que los productos tóxicos no son el único riesgo de exposición a sustancias químicas tóxicas en África, donde se han asociado altos niveles de dioxinas con residuos electrónicos e incineración.

“Las exposiciones peligrosas a los retardantes de llama bromados y a las dioxinas se multiplican en muchas comunidades de África, donde el mundo tira sus desechos electrónicos y cada vez más sus desechos plásticos, y donde las normas débiles significan productos tóxicos y reciclaje sucio. Debemos fortalecer los controles globales sobre los desechos electrónicos y los COPs en los desechos reciclados para proteger la salud de lxs niñxs en África y en todo el mundo. Los productos químicos tóxicos en los desechos electrónicos no deben estar presentes en ningún producto de consumo, especialmente en los juguetes para niños. La respuesta es una política global para terminar con el reciclaje tóxico”, subrayó.

Mientras tanto, lxs adultxs pueden reducir la exposición de sus hijxs a productos químicos tóxicos como medida provisional evitando los juguetes hechos con plástico negro. Si bien es más probable que el plástico negro esté hecho de plásticos de desechos electrónicos, otros plásticos coloreados también pueden contener productos químicos tóxicos.

El artículo que trata sobre la presente investigación, está revisado por pares, tiene como autor principal a Clémence Budin, de Vrije Universiteit Amsterdam y BioDetection Systems, y se publicará en la edición de julio de Chemosphere (Volumen 251, julio de 2020, 126579).

*Las imágenes de esta nota, corresponden a los productos a los que se hace referencia en la investigación.

Contacto de prensa: Cecilia Bianco (Coord. área Tóxicos, Taller Ecologista): 341 662-6962

> IPEN (Red Internacional de Eliminación de Contaminantes), es una red ambiental global de casi 600 ONG de interés público, de más de 125 países, que trabaja para eliminar y reducir las sustancias más peligrosas para forjar un futuro libre de tóxicos para todos. ipen.org

> Arnika es una organización no gubernamental checa dedicada a proteger a la naturaleza y a un ambiente saludable para las generaciones futuras en el hogar y en el extranjero, y es el Centro Regional IPEN para Europa Central y Oriental. arnika.org

> BioDetection Systems (BDS) es un laboratorio de Amsterdam que proporciona tecnologías de detección de base biológicas para la evaluación de seguridad, calidad y actividad biológica. BDS tiene una gran experiencia en la detección sensible de contaminantes orgánicos clave, como los compuestos similares a las dioxinas, los productos químicos disruptores endocrinos (como los aditivos plásticos) y otros contaminantes orgánicos persistentes (COPs). Bds.nl