Miriam Lang, la directora regional de la Fundación Rosa Luxemburg abrió el evento con unas palabras referidas al legado del presidente Hugo Chávez quien falleció el martes 07 pasado. “Este libro tiene el objetivo de concretar más las propuestas de alternativas, para ámbitos específicos, territorios específicos, sectores específicos” señaló la también compiladora del libro. Este segundo libro del Grupo de Trabajo plantea como tarea histórica la construcción de alternativas para las izquierdas. Estas se tienen que desarrollar frene a un nuevo modelo hegemónico que “da cuenta de la enorme capacidad del capitalismo de transformar las crisis en oportunidad,” lo que abriría la puerta a la renovación de un capitalismo actualizado. Según Lang, en esta nueva época el colonialismo persiste en la proliferación de tratados bilaterales, la concentración de la riqueza en manos de pocos, la creación de una oligarquía económica-financiera global, la reprimarización de las economías del Sur y el creciente extractivismo en el Norte. Esos fueron algunos de los puntos destacados por Lang, quien además señaló la importancia de establecer un diálogo “Norte-Sur, América Latina-Europa” para una reflexión colectiva. Este libro es una invitación para leer las propuestas elaboradas por autores quienes desde Europa tejen un puente con las propuestas elaboradas por los autores latinoamericanos en pos de un nuevo internacionalismo.
Francisco Rhon, director del CAAP y comentarista del libro, resaltó la idea de que para pensar en alternativas es menester asociarlas con el cambio de condiciones a escala planetaria. Frente a la “profunda mercantilización y pérdida del sujeto” ya que “sin sujeto no hay alternativas”, la necesidad de cambio de modelo y la conservación de la Naturaleza implica otra forma de ordenamiento societal, señaló Rhon.
Pablo Bertinat, autor en el libro y especialista en temas energéticos, resaltó que la energía en la actualidad es concebida como una mercancía, como un bien necesario para el crecimiento económico del continente, y que es necesario replantear un camino hacia la concepción de la energía como derecho. Hizo un llamado a repensar la relación de las políticas de desarrollo con las políticas energéticas que abarcan todos los ámbitos de la vida, el consumo de energía, el transporte, la industria, los espacios residenciales urbanos, etc.
¿Qué hacemos con los trabajadores que dependen de las industrias extractivas? Fue la pregunta que hizo Sandra Rátiva al público. Con la experiencia de los sindicatos colombianos de industrias extractivas presentó las principales tensiones entre la contradicción capital-trabajo y la defensa de la Naturaleza. Asimismo ejemplificó la colaboración entre sindicatos, comunidades campesinas e indígenas y otros sectores sociales para la preservación de territorios confrontando políticas generales de explotación. Rátiva expuso la problemática de los trabajadores petroleros colombianos que no solo luchan por mejores condiciones laborales, sino que también viven la contradicción de trabajar en territorios que contienen bienes para la extracción.
Alberto Acosta por su parte, recalcó la importancia de profundizar el debate de las alternativas al desarrollo, “los libros son borradores para la dirección” y en ese camino, “el primer libro del grupo: Mas Allá del Desarrollo, fue el espacio de las utopías; este segundo libro tiene respuestas concretas, las alternativas”, señaló. En su exposición, al hablar sobre la energía en Ecuador, reforzó lo planteado por Bertinat, de que la energía no es mercancía o insumo, sino que ésta determina la estructura de una sociedad y por ende debe abordarse la problemática energética desde una perspectiva social y política donde la sociedad no debe estar al margen.
Esperanza Martínez mencionó que las propuestas del capítulo sobre Ecuador encierran propuestas recogidas de técnicos como de gente sencilla y plantean la transición frente al extractivismo minero y petrolero desde una evaluación crítica. Señaló que se trata de “pequeñas iniciativas que a futuro pueden marcar el horizonte de las utopías con punto a tierra para encontrar luces”.
Este evento fue organizado por la oficina para los países andinos de la Fundación Rosa Luxemburg.