El exceso de confianza mostrado por la Tokyo Electric Power (Tepco) derivó de una serie de suposiciones demasiado optimistas cuya conclusión fue que la Tierra no podría liberar la cantidad de fuerza que desató hace dos semanas y que puso al complejo de seis reactores de Fukushima Dai-ichi al borde de múltiples fusiones.
En lugar de que los reactores permanecieran secos, como contemplaba el pronóstico más catastrófico de la compañía, la planta se inundó con un nivel de agua mucho mayor al que Tepco afirmaba podría llegar, de acuerdo con un análisis que The Associated Press hizo a partir de documentos, archivos y declaraciones de investigadores, la compañía y de la agencia nacional de seguridad nuclear.
Y aunque Tepco y funcionarios del gobierno han dicho que nadie podría haber previsto un tsunami tan grande, existe vasta evidencia de que olas de ese tamaño ya habían golpeado la costa noreste de Japón, y que podría ocurrir de nuevo a lo largo de la falla geológica responsable, la cual corre de norte a sur a unos 350 kilómetros al este de la planta.
Los directivos de Tepco alegan que tenían un buen sistema de protección contra tsunamis, pero no dieron más detalles porque, dijeron, estaban “concentrados en la crisis nuclear presente”.
GPS. Los que es claro es que los administradores de Tepco descartaron importantes lecturas hechas por una red de unidades de GPS que mostraban que las dos placas tectónicas que crean la falla estaban fuertemente “acopladas” a lo largo de cientos de kilómetros. “Cuanto más contacto y rigidez haya entre las placas, más tensión se acumula”, dicen los expertos, y esa tensión se puede liberar violentamente en un terremoto.
GPS. Los que es claro es que los administradores de Tepco descartaron importantes lecturas hechas por una red de unidades de GPS que mostraban que las dos placas tectónicas que crean la falla estaban fuertemente “acopladas” a lo largo de cientos de kilómetros. “Cuanto más contacto y rigidez haya entre las placas, más tensión se acumula”, dicen los expertos, y esa tensión se puede liberar violentamente en un terremoto.
Dicha evidencia, publicada en revistas científicas desde hace una década, delataba la presencia una falla capaz de crear el violento sismo –y posterior tsunami– que finalmente produjo.
Por si fuera poco, Tepco hizo su simulación de tsunami con su propio programa de computadora en lugar de usar un método validado internacionalmente.
Por si fuera poco, Tepco hizo su simulación de tsunami con su propio programa de computadora en lugar de usar un método validado internacionalmente.
Además, los ingenieros de la empresa decidieron hacer su predicción sin tomar en cuenta movimientos telúricos anteriores a 1896, con lo que excluyeron un gran terremoto que ocurrió hace más de 1.000 años, un temblor seguido por un potente tsunami que golpeó muchas de las mismas localidades que azotó el de hace dos semanas.
Una reevaluación de Tepco presentada hace apenas cuatro meses concluyó que el agua empujada por un tsunami no se elevaría más de 5,7 metros una vez que golpeara la costa del complejo de Fukushima Dai-ichi.
El reactor se sitúa en un pequeño acantilado, a entre 4,3 y 6,3 metros por encima del nivel máximo de agua pronosticado por la compañía, de acuerdo con una presentación hecha en noviembre por el ingeniero civil Makoto Takao, de Tepco, durante una conferencia sobre seguridad sísmica en Japón.
“Evaluamos y confirmamos la seguridad de las plantas nucleares”, afirmó Takao. No obstante, el muro de agua que azotó la costa hace dos semanas se elevó 8,2 metros por encima de la predicción de Tepco. La inundación averió los generadores de energía de reserva, ubicados en los sótanos o en los primeros niveles, lo que puso en peligro los reactores nucleares y las piscinas para combustible usado.
Fuente: La Capital