En respuesta a los constantes informes de problemas de refrigeración y la liberación continua de materiales radiactivos en las plantas Fukushima I/Daiichi y Fukushima II/Diani, Jan Beranek, declaró:

"A pesar de las declaraciones del gobierno, la crisis en Fukushima sigue siendo una carrera contra el tiempo, y no está claramente bajo control. Esperamos que se pueda evitar llegar al peor de los casos y que las autoridades sigan adoptando medidas urgentes para proteger a las personas contra la radiación, mientras que la contaminación al parecer sigue siendo liberada a la atmósfera ".

"Los informes más recientes indican que hay nuevos problemas con el enfriamiento de al menos dos reactores en las unidades 1 y 3 de la planta Fukushima I-Daiichi, los cuales aparentemente sufrieron fusiones de las barras de combustible, causando una liberación de radiación que fue detectada en el exterior. La Unidad 3 usa el "combustible MOX" que contiene óxido de plutonio y libera mucho más calor, incluso después de que el reactor se apaga. En una situación en la que se está derritiendo o hay daños en el combustible en el reactor, se liberarían gases radiactivos muchísimas más veces en comparación con la misma cantidad de combustible de uranio normal utilizado en el reactor número uno. Todo esto es sumamente preocupante y nos dice que la crisis está lejos de terminar".

"Greenpeace está preocupado por la falta de hechos y de transparencia sobre la cantidad total de radiación que ya fue liberada, sobre el estado exacto de refrigeración en todos los reactores y sobre la seguridad de los estanques de combustible utilizados – contienen grandes cantidades de radiación y están ubicados afuera – si sufrieran algún tipo de daño liberarían contaminación directamente a la atmósfera. Solicitamos que el gobierno japonés informe sobre estas cuestiones al público de inmediato."

"Los reactores nucleares son una fuente de energía sucia y peligrosa, y siempre será vulnerable a la combinación potencialmente mortal de un error humano, fallas de diseño y los desastres naturales. Greenpeace exige la eliminación de todos los reactores existentes en todo el mundo, y abandonar la construcción de nuevos reactores nucleares comerciales. Los gobiernos deben invertir en recursos de energía renovable que no sólo son amigables con el medio ambiente, sino también asequibles y fiables."

Fuente: Greenpeace Argentina