El pasado 13 de febrero el Poder Ejecutivo reglamentó la Ley de Bosques, catorce meses después de haber sido sancionada.
Luego de miles de correos electrónicos y llamadas telefónicas que personas de todo el país realizaron a la Casa Rosada, en una campaña nacional promovida por Greenpeace, y sin duda presionados por la catástrofe de Tartagal, finalmente la Ley está reglamentada.
La Ley de Bosques fue sancionada el 28 de noviembre de 2007 y establece que las provincias no pueden emitir nuevos permisos de desmonte hasta tanto no realicen un Ordenamiento Territorial de sus zonas boscosas bajo diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a evitar la fragmentación y degradación del bosque nativo y a preservar las tierras utilizadas por las comunidades campesinas e indígenas.
En la provincia de Santa Fe, una de las más adelantadas en el cumplimiento de los pasos que exige la Ley, el Gobernador Hermes Binner firmó un decreto donde aprueba la Primera Etapa del Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos, que tendrá vigencia hasta que se apruebe una ley provincial específica que se espera esté a mediados de año, ya que es requisito para recibir lo que le corresponda del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos.
A partir de marzo se desarrollarán talleres abiertos al publico para informarse sobre los alcances del Decreto y hacer aportes al mapa preliminar que pinta de rojo aquellos Bosques que deben preservarse y/o restaurarse si así lo requieren, y de amarillo donde no se puede desmontar pero sí utilizarse previo a establecer planes de manejo que garanticen la sustentabilidad de los mismos.
La firmeza de esta legislación y la capacidad para ejercer los controles, se demostrarán si hay voluntad política para destinar el presupuesto necesario para constatar in situ el cumplimiento y para construcción de capacidades y asistencia técnica para la elaboración y aplización de planes de manejo.