Los anuncios de la Municipalidad publicitando el nuevo sistema de recolección de residuos pretenden mostrar  a una ciudad innovadora y pionera en la materia. La publicidad oficial ha hecho hincapié en la mayor limpieza e higiene que logrará la ciudad con el nuevo sistema, lo cual está en perfecta sintonía con el reciente Programa “Rosario Más Limpia”, que se centra en el mejoramiento de la higiene urbana. Todo esto deja de lado la necesidad cada vez más acuciante de avanzar hacia una gestión que no sólo se preocupe por una ciudad más limpia, sino también por la recuperación y el reciclado de los materiales presentes en los desechos.

La pretendida ciudad más limpia contrasta con los barrios alejados del centro en los cuales la presencia de numerosos microbasurales sigue sin solucionarse. Y fundamentalmente contrasta con las casi 700 toneladas de residuos que siguen llegando cada día al relleno de Ricardone. La ordenanza 8335 de “Basura Cero” hasta ahora absolutamente incumplida por el Ejecutivo Municipal, plantea el objetivo de disminuir gradualmente los desechos llevados a rellenos sanitarios. Para el 2010 la ciudad debería reducir en un 15% los residuos llevados a Ricardone, para lo cual prácticamente nada se ha hecho hasta ahora.

En este fin de semana un nuevo anuncio da cuenta de la improvisación en la materia: sin ningún trabajo de difusión previo se han colocando en varios parques de la ciudad contenedores para residuos reciclables que estarían presentes durante los fines de semana. Una recorrida hecha en el día domingo por el Taller Ecologista muestra que efectivamente la iniciativa va camino al fracaso, si es que el objetivo es realmente el reciclaje de materiales y no un poco de maquillaje en tiempos pre-electorales.

La Municipalidad en efecto es innovadora: en esconder con nuevos métodos una historia de gestión que no ha sabido o no ha querido hacer algo más que tapar la basura.

Avanzar hacia las metas que plantea la ordenanza Basura Cero es fundamental para proteger recursos y no profundizar el deterioro ambiental ocasionado por la disposición de cantidades crecientes de desechos. Para esto se requiere un trabajo serio y sostenido en el tiempo, invirtiendo los recursos que ello demande. Es irracional que la ciudad siga enterrando cada día recursos que tienen valor, pagando por ello alrededor de 19 millones de pesos al año. Lamentablemente casi ningún candidato a concejal ha expresado hasta ahora propuestas de fondo sobre esta cuestión.

Creemos que la ciudadanía está preparada para involucrarse en resolver esta situación. Sólo falta la voluntad del Municipio de cumplir con lo que ya el Concejo aprobó.

* Coordinador Área Residuos